En apenas un año, el número de países donde más del 50 % de las conexiones a Internet utilizan el protocolo IPv6 ha pasado de 13 a 21. Este salto cuantitativo marca un hito en la modernización de la infraestructura digital global, y pone de manifiesto el papel clave que están jugando nuevos proveedores de conectividad como Starlink, la red satelital de SpaceX.
El caso de Tuvalu: de 0 a 59 % en meses
Uno de los ejemplos más sorprendentes llega desde Tuvalu, una pequeña nación insular del Pacífico con menos de 10.000 habitantes. Hasta principios de 2025, su adopción de IPv6 era nula. Pero la llegada de Starlink cambió todo.
En cuestión de meses, Starlink se convirtió en el principal proveedor de Internet del país, con un 88 % de cuota de mercado, y catapultó la adopción de IPv6 hasta alcanzar el 59 %. Según la organización APNIC, es el único proveedor en Tuvalu que ofrece IPv6, lo que convierte a Starlink en el motor exclusivo de esta transición tecnológica.
El fenómeno se extiende a Latinoamérica, Asia y Europa
Tuvalu no es un caso aislado. En los últimos 12 meses, países como Brasil, Guatemala, Hungría, Japón, México, Puerto Rico y Sri Lanka también han cruzado el umbral del 50 % en uso de IPv6. En algunos, como Japón o Puerto Rico, esto supone un regreso tras un breve retroceso. En otros, como Brasil o México, marca su entrada oficial en el “club de la mayoría”.

Actualmente, India y Francia lideran el mundo en adopción de IPv6, ambas con un impresionante 73 % de penetración.
¿Por qué es tan importante IPv6?
El IPv6 es la evolución natural del vetusto IPv4, que desde los años 80 ha sido la base de la comunicación en Internet. Su principal limitación: los 4.300 millones de direcciones únicas que permite su espacio de 32 bits, ya insuficientes ante el crecimiento exponencial de dispositivos conectados.
IPv6 resuelve este cuello de botella al utilizar direcciones de 128 bits, capaces de generar 340 sextillones de direcciones únicas. Suficiente para que cada objeto conectado, desde un smartphone hasta una tostadora inteligente, tenga su propia dirección durante décadas.
Pero IPv6 no solo amplía el espacio de direcciones. También mejora el rendimiento, la seguridad y la gestión de redes:
- Incluye de serie IPsec para comunicaciones cifradas y autenticadas.
- Facilita la autoconfiguración de dispositivos sin intervención manual.
- Elimina la necesidad de NAT (traducción de direcciones), permitiendo una conectividad punto a punto más directa y eficiente.
Starlink: con IPv6 desde el primer día
El papel de Starlink en esta transición es especialmente relevante. Al operar con IPv6 por defecto, esta red satelital ha permitido que regiones tradicionalmente desconectadas o mal atendidas salten directamente a los estándares más modernos sin pasar por las limitaciones del pasado.

Esto también se está viendo en regiones de África y el sudeste asiático, donde la presencia de Starlink está acelerando procesos que habrían tardado años con infraestructuras tradicionales.
Un futuro inevitable: más países en camino
Según los datos más recientes de organizaciones como Google, Facebook, Akamai o APNIC, Tailandia, Estonia y Reino Unido están a punto de superar la barrera del 50 %. Todo apunta a que en los próximos trimestres, más países se sumarán a esta nueva era de conectividad nativa en IPv6.
En un momento donde la inteligencia artificial, el edge computing y los dispositivos IoT demandan redes más rápidas, seguras y escalables, la adopción de IPv6 no es solo deseable: es imprescindible.
vía: techspot