Gloria Touchard, directora técnica Corporativa de Nokia, comparte una visión intrigante sobre el futuro de las telecomunicaciones hacia 2030. En una década caracterizada por el constante avance tecnológico, la humanidad se prepara para un entorno en el que los mundos humano, físico y digital convergerán, abriendo un abanico de posibilidades transformadoras. La integración de tecnologías emergentes en el tejido de nuestras sociedades, gobiernos y corporaciones promete desencadenar un potencial hasta ahora latente.
La inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático (AM) se perfilan como pilares en la evolución de redes, dispositivos y aplicaciones, desbloqueando nuevos niveles de automatización, productividad y sostenibilidad. Con la IA arraigándose en el funcionamiento de innumerables dispositivos, se anticipa un cambio hacia modelos interconectados de IA, tanto en dispositivos individuales como en la red, haciendo que estos dispositivos sean más autónomos e inteligentes.
El metaverso, aunque todavía en sus etapas de desarrollo, se vislumbra como un catalizador de transformación, comenzando por revolucionar la eficiencia y productividad en los entornos empresariales e industriales y, posteriormente, mejorando la experiencia del consumidor. La expansión del metaverso depende en gran medida de la calidad de las redes, las cuales deberán ser robustas y confiables para ofrecer experiencias envolventes y fluidas.
La computación en la nube se ha establecido como la espina dorsal de la transformación digital, y su evolución no muestra signos de desaceleración. Con la adopción de arquitecturas distribuidas y soluciones multi-nube, las redes se transformarán para ser totalmente nativas de la nube, optimizando así la experiencia del usuario y la utilización de recursos.
Web3 marca el comienzo de una nueva era de internet más descentralizada y centrada en el usuario. La adopción de blockchain y otras tecnologías descentralizadas ya está dando paso a nuevos casos de uso convincentes y prácticos.
Para 2030, se prevé el surgimiento de nuevos dispositivos conectados, manteniendo a los smartphones en el centro del escenario, pero también dando lugar a dispositivos XR accesibles que facilitarán la inmersión en el metaverso para el mercado masivo. La conectividad mejorada jugará un papel crucial en la adopción por parte de los usuarios, junto con dispositivos de bajo consumo y captación de energía que fortalecerán las soluciones IoT y de automatización, como los gemelos digitales.
En cuanto al 6G, aunque se espera que su adopción comercial no sea inminente hasta después de 2030, los cimientos ya se están colocando con avances en 5G-Advanced y pasos esenciales hacia el 6G. Tecnologías como DmMIMO, una red nativa de IA y nuevos diseños de espectro y radio serán esenciales en este desarrollo.
Estas tecnologías emergentes y su implementación estarán marcadas por un incremento en las demandas de seguridad, sostenibilidad y colaboración. La gestión de la privacidad de datos y el control sobre las identidades digitales serán cruciales, al igual que el acceso a una conectividad significativa. Las empresas se verán motivadas a apoyar a los desarrolladores con redes que ofrezcan APIUna API, siglas en inglés de "Application Programming Inter... sencillas y plataformas amigables para fomentar la creación de valor en soluciones conectadas.
Finalmente, la red de 2030 integrará capacidades avanzadas de la inteligencia artificial y ML, permitiendo una operación autónoma en tiempo real para responder a necesidades y eventos, y una interacción fluida entre modelos de IA de red y aplicaciones y dispositivos externos. La eficiencia, la sostenibilidad, la seguridad y la experiencia del usuario dictarán las prioridades de desarrollo, siendo la estrategia de datos de IA/ML integral y sistemática fundamental para la materialización de la IA en toda la red.