Taiwán acelera su apuesta por la IA soberana: Visionbay levantará el mayor centro de supercomputación del país con GPUs NVIDIA GB300

Taiwán quiere asegurarse un asiento en primera fila en la carrera global por la inteligencia artificial. Y el anuncio realizado durante el Hon Hai Tech Day 2025 va precisamente en esa dirección: Visionbay.ai, la unidad de negocio de supercomputación y cloud de Hon Hai Technology Group (Foxconn), pondrá en marcha el que será el mayor clúster de GPU del país y su primer centro de supercomputación basado en infraestructura NVIDIA GB300 NVL72.

La nueva “fábrica de IA”, presentada por primera vez en público en HHTD25, está llamada a convertirse en una pieza clave de la estrategia de “IA soberana” de Taiwán: capacidad de cómputo local, controlada por empresas taiwanesas y pensada para que datos sensibles y propiedad intelectual no tengan que salir del país.

Un centro de supercomputación diseñado para la era de los modelos gigantes

Según ha detallado la propia compañía, los sistemas NVIDIA GB300 NVL72 entrarán en funcionamiento durante el primer semestre de 2026. Se trata de la plataforma de aceleración de última generación de NVIDIA, pensada para entrenar y desplegar modelos de IA de gran tamaño, desde modelos de lenguaje hasta sistemas de visión y agentes avanzados.

Visionbay opera como Trusted NVIDIA Cloud Partner (NCP), lo que le permite ofrecer servicios de cómputo acelerado compatibles con el ecosistema de software de NVIDIA, pero desplegados en infraestructura gestionada desde Taiwán. Sobre esa base, la empresa ha presentado su nueva “AI Supercomputing Center & Operations Platform”, una plataforma que abarca todo el ciclo de valor de la IA:

  • Infraestructura de supercomputación con GPUs de última generación y redes de alta velocidad.
  • Plataforma de operaciones para gestión de cargas de trabajo, monitorización, seguridad y facturación.
  • Servicios de integración de aplicaciones, que conectan esa capacidad de cómputo con casos de uso reales en industria, administración pública o investigación.

El objetivo es claro: ofrecer una solución de “AI Factory” de extremo a extremo, desde el metal hasta la capa de aplicaciones, para que empresas y organismos puedan desplegar proyectos de IA a gran escala sin tener que construir su propia infraestructura desde cero.

IA soberana: datos que se quedan en casa

En su intervención, el director ejecutivo de Visionbay.ai, Neo Yao, fue contundente: si Taiwán quiere seguir siendo competitivo en la era de la inteligencia artificial, necesita “establecer rápidamente una infraestructura de IA escalable y rentable”.

Para Yao, disponer de cómputo potente y accesible es la condición necesaria para acelerar la adopción de la IA, ampliar sus aplicaciones en sectores clave y crear un entorno atractivo para el talento y la innovación. Pero la apuesta no es solo tecnológica, también estratégica: se trata de construir infraestructura soberana, que permita mantener la residencia de los datos en territorio taiwanés, proteger el conocimiento de dominio de las empresas locales y reducir la dependencia de recursos de cómputo en el extranjero.

En una conversación en formato “fireside chat” con Alexis Bjorlin, vicepresidente de NVIDIA DGX Cloud, ambos directivos subrayaron que cada vez más organizaciones están optando por un enfoque pragmático: “flujos de trabajo existentes + IA”, es decir, inyectar capacidades de inteligencia artificial sobre procesos ya validados, en lugar de reinventarlo todo desde cero.

Para que esa estrategia funcione a escala, señalan, hacen falta tres ingredientes:

  1. Cómputo local de alto rendimiento,
  2. Plataformas fáciles de integrar con sistemas corporativos,
  3. Garantías de seguridad y cumplimiento normativo sobre los datos.

Visionbay pretende cubrir precisamente ese triángulo.

Una “AI Factory” con GPUaaS y tienda de aplicaciones de IA

El modelo de negocio presentado por Visionbay gira en torno al concepto de AI Factory, una especie de fábrica digital donde el “producto” son modelos de IA entrenados, ajustados y desplegados para resolver problemas concretos.

Entre los servicios previstos destacan:

  • GPUaaS (GPU as a Service): alquiler de capacidad de cómputo para entrenamiento, ajuste fino e inferencia, de forma elástica y bajo demanda.
  • Soluciones de software nativas de NVIDIA, integradas con la infraestructura GB300 para facilitar el despliegue de modelos y pipelines de datos.
  • Una “AI App Store” en la nube, con aplicaciones, asistentes y modelos especializados listos para usar en sectores como manufactura, salud, servicios financieros o administración pública.

La idea es reducir al máximo las barreras de entrada: empresas de todos los tamaños pueden acceder a la misma tecnología de supercomputación que los grandes actores globales, pero sin tener que realizar inversiones millonarias en hardware ni formar equipos internos de expertos en infraestructuras.

Integración vertical: de la fábrica al centro de datos

El proyecto Visionbay se apoya de forma directa en las fortalezas históricas de Foxconn. El grupo integra en la misma organización:

  • Fabricación de componentes (placas, servidores, sistemas de refrigeración).
  • Diseño y ensamblaje de servidores y racks de alto rendimiento.
  • Gestión de cadena de suministro a escala global, optimizada durante décadas para la electrónica de consumo.
  • Experiencia en desarrollo de grandes infraestructuras de TI para clientes de todo el mundo.

Esa integración vertical permite, según la compañía, mitigar tres de los grandes problemas a los que se enfrentan hoy las organizaciones que quieren desplegar IA a gran escala: la escasez de GPUs, el aumento de costes de los proyectos “on-premise” y la falta de plataformas de integración realmente listas para entornos empresariales.

Soberanía digital y transformación industrial desde Taiwán

Visionbay enmarca su iniciativa dentro de la estrategia “3+3+3” con la que Foxconn quiere guiar su crecimiento a largo plazo: tres industrias clave (vehículo eléctrico, salud digital y robótica), tres tecnologías habilitadoras (inteligencia artificial, semiconductores y comunicaciones de nueva generación) y tres plataformas inteligentes (fábrica inteligente, vehículo inteligente y ciudad inteligente).

El nuevo centro de supercomputación se sitúa en la intersección de esas prioridades. Por un lado, proporciona la capacidad de cómputo necesaria para entrenar modelos de IA que mejoren la fabricación, la logística o los sistemas de movilidad eléctrica. Por otro, sirve como infraestructura de país para impulsar proyectos de IA soberana, en colaboración con gobierno, universidades, startups y grandes corporaciones locales.

La compañía ha destacado que su misión es “Empowering the Future of AI” y que seguirá desarrollando capacidades de servicio de pila completa, desde el hardware hasta las aplicaciones. La ambición es que Taiwán deje de ser solo un referente en fabricación de chips para convertirse también en un hub de supercomputación e innovación en inteligencia artificial para toda Asia.


Preguntas frecuentes sobre el centro de supercomputación de Visionbay

¿Qué significa que el centro de Visionbay sea una infraestructura de “IA soberana”?
Se habla de IA soberana cuando la capacidad de cómputo, los datos y los modelos clave se alojan en centros de datos ubicados en el propio país y bajo la regulación local. En el caso de Visionbay, el clúster de GPUs GB300 se despliega en Taiwán y está gestionado por una empresa taiwanesa, lo que facilita cumplir requisitos de residencia de datos y reducir la dependencia de recursos en el extranjero.

¿Qué tipo de empresas podrán utilizar los servicios de esta “AI Factory”?
La plataforma está pensada para una amplia gama de organizaciones: desde grandes industrias que necesitan entrenar modelos propios, hasta pymes o administraciones públicas que quieran usar aplicaciones ya empaquetadas desde la “AI App Store”. Gracias al modelo GPUaaS, no es necesario invertir en hardware propio; se puede consumir cómputo bajo demanda.

¿En qué se diferencia este proyecto de un centro de datos tradicional?
Aunque se apoya en conceptos de data center clásicos, el foco está específicamente en cargas de trabajo de inteligencia artificial. Esto implica una alta densidad de GPUs por rack, redes internas de muy baja latencia, sistemas avanzados de refrigeración y una capa de software optimizada para entrenamiento y despliegue de modelos. Además, la integración con el ecosistema de NVIDIA facilita el uso de herramientas de IA ya consolidadas.

¿Qué beneficios tiene para Taiwán disponer de su propio clúster de GPUs de última generación?
Además de reforzar su autonomía tecnológica, el país gana capacidad para atraer proyectos de investigación y empresas internacionales que necesiten cómputo en la región. También se crea un entorno ideal para formar talento en IA, impulsar startups y acelerar la digitalización de sectores estratégicos como la electrónica, la automoción o la salud.

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