
Microsoft endurece los requisitos para Windows 11: implicaciones para empresas, cloud y sostenibilidad TI
La exigencia de TPM 2.0 y CPUs recientes en Windows 11 impulsa el debate sobre seguridad, obsolescencia programada y el coste real para empresas y proveedores cloud. Microsoft ha sido históricamente un actor dominante en el ecosistema empresarial global. Pero su apuesta por reforzar la seguridad con Windows 11 podría tener consecuencias no deseadas para empresas, MSPs y proveedores de servicios cloud. La decisión de hacer obligatoria la presencia del chip TPM 2.0 (Trusted Platform Module) y de limitar la compatibilidad a procesadores recientes plantea un dilema importante: ¿hasta qué punto esta medida protege frente a ciberamenazas y en qué momento comienza a generar efectos secundarios en términos de costes, continuidad operativa y sostenibilidad? TPM 2.0: seguridad reforzada con impacto