
China acelera en la carrera BCI y apunta a superar a Neuralink en 2030
China ha decidido dar un golpe en la mesa tecnológica y fijar un objetivo que, hasta hace poco, parecía reservado a Silicon Valley: liderar las interfaces cerebro-ordenador (BCI) en 2030. Lo hace con un plan de Estado que involucra a siete ministerios, una hoja de ruta con 17 objetivos estratégicos y una apuesta clara por convertir la investigación básica en productos industriales listos para el mercado. El mensaje es inequívoco: si Neuralink, la empresa de Elon Musk, ha capturado titulares en Occidente, Pekín quiere ser quien domine el negocio global. Y para conseguirlo, el país ya ha comenzado a mostrar resultados clínicos que colocan a sus equipos de investigación en primera línea. Avances clínicos en China: Beinao-1 y Beinao-2 En