¿Te prometieron “600 megas” y solo ves 60 MB/s? No siempre es un problema: la confusión está en las unidades
A veces no hace falta que se caiga la red, ni que el router esté fallando, ni que la operadora “capen” nada para que aparezca la misma frase en miles de casas: “Internet va más lento de lo que me vendieron”. Suele ocurrir en un momento muy concreto: cuando alguien contrata una conexión de 300, 600 o 1.000 megas, inicia una descarga y se encuentra con números que parecen demasiado pequeños. El enfado llega rápido, pero la explicación casi siempre es más sencilla de lo que parece: se están comparando unidades diferentes. En el mundo de las telecomunicaciones conviven dos medidas que se parecen muchísimo, pero significan cosas distintas: megabits (Mb) y megabytes (MB). Y ese parecido visual (una letra)