Hace 50 años, AMD entró en la liga de los grandes con un clon del Intel 8080: así nació el Am9080 que costaba 0,50 $ fabricarlo y se vendía por 700 $
Cincuenta años después, la historia parece de película: una startup californiana, aún lejos de competir con los gigantes, fotografía y “despieza” un microprocesador de su futuro rival, lo reconstruye con su propio proceso de fabricación y acaba vendiéndolo al ejército con márgenes estratosféricos. Ese golpe de audacia fue el Am9080, el primer CPU de AMD —un clon del Intel 8080— que pasó a producción en 1975 y que, según recuentos históricos, costaba unos 0,50 $ por unidad y se vendía por hasta 700 $ a ciertos clientes. Aquella hazaña no solo consolidó a AMD como actor de primer nivel en la industria: sembró la semilla de una rivalidad con Intel que marcaría las siguientes cinco décadas de computación personal. Una