
China apuesta por los centros de datos submarinos: ¿revolución sostenible o quimera tecnológica?
La carrera global por la inteligencia artificial (IA) y la computación en la nube ha disparado la construcción de centros de datos. Estas instalaciones, responsables de almacenar información y procesar modelos de gran escala, se enfrentan a un dilema: consumen cantidades masivas de energía y agua para refrigeración. Frente a este desafío, China ha decidido sumergirse —literalmente— en una solución alternativa: los centros de datos submarinos. La compañía Shanghai Hailanyun Technology (HiCloud) está construyendo en Shanghái un centro de datos a seis millas de la costa, alimentado por energía eólica. Su objetivo es reducir en al menos un 30 % el consumo eléctrico destinado a refrigeración, aprovechando el agua de mar para disipar el calor de los servidores. El proyecto