El “EUV Frankenstein” de China aún no ha fabricado ni un solo chip: la litografía más avanzada sigue dependiendo de una cadena global casi imposible de copiar
La idea suena a película de espías tecnológicos: un laboratorio clandestino en China, piezas recuperadas de aquí y de allá, ingenieros trabajando bajo identidades falsas y un objetivo que obsesiona a medio planeta industrial: construir una máquina de litografía EUV (ultravioleta extremo) capaz de fabricar chips punteros sin depender de Occidente. Pero la realidad, por ahora, es mucho menos épica y mucho más prosaica. Según la información conocida en los últimos días y el análisis publicado en medios especializados, la supuesta herramienta EUV “reconstruida” por China no ha producido ni un solo chip y, en el mejor de los casos, sigue siendo un experimento que necesitará años para acercarse a un uso operativo. El punto de partida es un reportaje