Amazon cazó a un infiltrado en su plantilla remota por un detalle mínimo: el “eco” de 110 milisegundos al teclear
En ciberseguridad, a veces lo más importante no es lo más espectacular. Amazon detectó a un infiltrado que intentaba operar como empleado remoto gracias a una señal tan discreta que, para la mayoría de personas, pasaría por “cosas de Internet”: un retraso de algo más de 110 milisegundos en la llegada de las pulsaciones del teclado. La historia, revelada por Stephen Schmidt, responsable de seguridad de Amazon, se ha convertido en un caso de estudio por dos motivos. Primero, porque muestra hasta qué punto las redes de fraude laboral asociadas a Corea del Norte han perfeccionado el arte de “parecer legítimas” en un entorno de contratación global. Y segundo, porque confirma una tendencia que cada vez pesa más: la seguridad