Cuando la IA encarece hasta la RAM: la próxima sacudida de costes en la infraestructura “de toda la vida”
En los últimos meses todo el foco mediático se ha puesto en las GPUs para inteligencia artificial. Cada nuevo despliegue de clústeres de entrenamiento se mide en miles de millones y megavatios, y la conversación gira en torno a quién conseguirá más tarjetas y más capacidad de cómputo. Pero mientras los titulares miran a las GPUs, se está gestando un cambio igual de profundo —y mucho menos visible— en el resto de la cadena: memoria, almacenamiento y servidores estándar. La próxima subida de costes de infraestructura no afectará solo a quien entrene modelos gigantes, sino también a quien quiera montar “un servidor normal” para bases de datos, virtualización o servicios web. La IA se come la fábrica de memoria El
