
Antonio Gala y su profecía digital: cuando la inteligencia artificial no busca nuestra felicidad, sino ocupar nuestro tiempo
En una época en la que hablar de inteligencia artificial parecía propio de la ciencia ficción, el escritor Antonio Gala ofrecía una visión sorprendentemente lúcida —y crítica— del futuro tecnológico. Corría 1991 cuando, en una entrevista con Jesús Quintero para la televisión pública andaluza, Gala pronunció una serie de reflexiones que hoy, más de tres décadas después, podrían pasar por un ensayo sobre los efectos sociales de la IA generativa, la hiperconectividad y la automatización de la experiencia humana. Gala, con su habitual verbo certero, anticipó un mundo donde “la inteligencia natural será sustituida por inteligencias artificiales que no vendrán a darnos la felicidad, sino a ayudarnos a pasar el tiempo”. Un planteamiento inquietantemente actual en plena expansión de asistentes