EE. UU. aplaza hasta 2027 los nuevos aranceles a chips chinos, pero mantiene la amenaza sobre la mesa
La nueva ofensiva arancelaria de Estados Unidos contra los semiconductores procedentes de China finalmente llegará, pero no lo hará de inmediato. En plena tensión tecnológica entre las dos mayores economías del planeta, la administración de Donald Trump ha optado por un movimiento que mezcla presión y prudencia: activar el mecanismo legal ahora, pero retrasar el impacto real hasta junio de 2027. La decisión tiene un doble mensaje. Por un lado, Washington insiste en que la política industrial de Pekín distorsiona el mercado global de chips mediante ayudas, planificación y una estrategia estatal para ganar cuota en segmentos clave. Por otro, la Casa Blanca evita un golpe inmediato a una cadena de suministro que sigue siendo delicada, sobre todo en un