
La explosión de la IA dispara la demanda de refrigeración en centros de datos y pone en jaque la infraestructura energética
El auge de la Inteligencia Artificial está redefiniendo la infraestructura digital a nivel global. La carrera por construir centros de datos capaces de soportar cargas de trabajo avanzadas está creciendo a un ritmo vertiginoso, lo que a su vez dispara las necesidades de refrigeración y plantea retos sin precedentes para la gestión energética y térmica de estas instalaciones críticas. Según un reciente informe de McKinsey & Company, la demanda global de capacidad en centros de datos aumentará entre un 19 % y un 22 % anual hasta 2030, con un protagonismo creciente de los llamados AI-ready data centers, aquellos diseñados específicamente para alojar cargas de trabajo de IA generativa como ChatGPT o Gemini. Estos centros consumen y disipan cantidades de energía muy