
España impulsa los centros de datos… pero ahora los pone bajo vigilancia por su consumo de agua y energía
España vive una paradoja digital: mientras incentiva la construcción de decenas de centros de datos en todo el territorio, con ayudas públicas y un marco favorable para atraer inversión, el Gobierno ha decidido poner bajo control estricto su consumo energético e hídrico. El sector, clave para la inteligencia artificial, el almacenamiento en la nube y la economía digital, se enfrenta ahora a una regulación más exigente que busca limitar su impacto ambiental. Del impulso inversor a la lupa regulatoria En los últimos años, España ha consolidado su posición como uno de los destinos más atractivos para la instalación de centros de datos. Factores como la disponibilidad de energías renovables, la interconexión internacional de fibra óptica y la ubicación estratégica han