
Meta y la inteligencia artificial: consentimiento manipulado en tiempos de opacidad digital
A medida que la inteligencia artificial avanza a pasos agigantados, también lo hace la ambición de las grandes tecnológicas por alimentar sus modelos con la mayor cantidad posible de datos. Lo preocupante no es la tecnología en sí, sino el modo en que compañías como Meta —propietaria de Facebook, Instagram y WhatsApp— instrumentalizan a los usuarios y diluyen sus derechos con estrategias que rozan, si no cruzan, los límites de la ética digital. El espejismo del consentimiento Meta ha comenzado a informar a sus usuarios europeos de que utilizará sus datos públicos para entrenar sus modelos de inteligencia artificial generativa, como Meta AI. Lo hace invocando su “interés legítimo”, amparado en el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). Pero