
EE. UU. y China aceleran la carrera por el liderazgo en semiconductores con inversiones históricas en infraestructuras
Ambas potencias buscan asegurar su soberanía tecnológica en medio de crecientes tensiones geopolíticas y restricciones cruzadas. La competencia entre Estados Unidos y China por el liderazgo en la industria de los semiconductores se ha convertido en uno de los frentes más estratégicos del siglo XXI. Mientras Washington endurece los controles de exportación sobre chips avanzados y maquinaria de litografía, Pekín responde con inversiones masivas para impulsar su autonomía tecnológica. El resultado: una carrera sin precedentes por construir infraestructuras de desarrollo y fabricación de chips que podrían redefinir el equilibrio de poder global. Una carrera que ya no es solo económica, sino geoestratégica Estados Unidos, a través del CHIPS and Science Act, ha comprometido más de 52.000 millones de dólares para