
El aumento de robos en torres de comunicación y cableado pone en riesgo la resiliencia de las telecomunicaciones en España
El reciente apagón eléctrico ha evidenciado la fragilidad de las redes móviles y fijas ante fallos prolongados de energía, pero también ha sacado a la luz un problema creciente y menos visible: el robo sistemático de baterías, cobre y equipos en torres de telecomunicaciones. El apagón eléctrico que dejó sin luz a gran parte de España el pasado lunes 28 de abril también reveló un segundo apagón, igual de alarmante: el de las telecomunicaciones. En cuestión de horas, los usuarios quedaron incomunicados, sin telefonía móvil ni acceso a datos. La situación afectó no solo a los servicios básicos, sino a pagos electrónicos, mensajería instantánea e incluso sistemas de emergencia. Si bien la caída inicial se debió a la interrupción masiva