
China obliga a sus centros de datos a usar chips nacionales para reducir la dependencia de EE.UU.
China ha dado un paso más en su carrera hacia la independencia tecnológica. El gobierno de Pekín ha establecido que los centros de datos públicos del país deberán utilizar más del 50 % de chips de producción nacional, una medida que refleja la urgencia de reducir la dependencia de semiconductores extranjeros en plena guerra tecnológica con Estados Unidos. La medida, confirmada por asesores de la industria y citada por medios especializados, nace de unas directrices publicadas en marzo de 2024 por la provincia de Shanghái, donde se estipulaba que “la adopción de chips nacionales de computación y almacenamiento en los centros inteligentes de la ciudad debía superar el 50 % para 2025”. Lo que en un principio parecía una prueba