
La arquitectura de 4 capas que realmente impulsa el Internet de las Cosas
En el imaginario popular, el Internet de las Cosas (IoT) suele reducirse a “dispositivos inteligentes conectados a una app”. Sin embargo, esta visión simplista apenas roza la superficie de un ecosistema mucho más complejo, que combina hardware, redes, procesamiento de datos e interfaces de usuario para ofrecer soluciones confiables y escalables. En la práctica, detrás de cualquier producto IoT —desde un termostato inteligente hasta un sistema industrial de monitorización— existe una arquitectura en cuatro capas que permite recoger información del mundo físico, transmitirla, procesarla y convertirla en decisiones automatizadas. 1. Capa de sensado: donde todo comienza Es la base del sistema y el punto donde los datos nacen. Aquí interactúan objetos físicos, sensores y dispositivos embebidos que capturan señales del