
Google acelera su hoja de ruta cuántica: el equipo de Atlantic Quantum se suma a Quantum AI y el chip Willow firma un hito en corrección de errores
Doce años después de su fundación, Google Quantum AI mantiene intacto su objetivo inicial: construir un ordenador cuántico útil para resolver problemas que hoy son intratables. Dos anuncios recientes refuerzan esa ambición. Por un lado, la integración del equipo de Atlantic Quantum, startup fundada en el MIT, que aporta una pila de chips modular con electrónica de control superconductora integrada en el propio “frío” del criostato, una arquitectura pensada para escalar el número de qubits sin disparar la complejidad del cableado. Por otro, los resultados de Willow, el último chip cuántico de Google, que muestran reducción exponencial de errores al aumentar el tamaño del sistema y una ventaja “más allá de lo clásico” en el benchmark de random circuit sampling