Rust, el lenguaje de programación que fascina a la industria (y por qué no siempre es la mejor opción)

En los últimos años, Rust ha pasado de ser un nombre desconocido a convertirse en el protagonista de debates tecnológicos en todo el mundo. Desde gigantes como Microsoft, Dropbox o Discord hasta proyectos de código abierto y startups emergentes, todos parecen hablar de este lenguaje. ¿Por qué despierta tanto entusiasmo? ¿Y por qué, al mismo tiempo, hay quienes lo ven como una herramienta poderosa… pero no adecuada para todos los casos?

La promesa de Rust: rapidez y seguridad

Rust nació con una misión ambiciosa: ofrecer la velocidad de C, la seguridad de Java y una sintaxis moderna y expresiva. Su gran aportación es lo que muchos consideran su “súperpoder”: garantizar la seguridad de memoria sin necesidad de un recolector de basura (garbage collector).

En la práctica, eso significa que evita errores muy comunes en lenguajes como C o C++, donde un mal manejo de punteros puede abrir la puerta a vulnerabilidades de seguridad. Según Microsoft, este tipo de fallos representan alrededor del 70 % de sus problemas de seguridad. Con Rust, el compilador no deja pasar esos errores: si el programa no es seguro, directamente no compila.

Casos de éxito que han dado que hablar

Ejemplos reales han reforzado la fama de Rust:

  • Discord reescribió un servicio crítico en Rust y logró un rendimiento 10 veces superior, además de eliminar pausas molestas causadas por el recolector de basura de Go.
  • Dropbox dedicó cuatro años a rehacer su motor de sincronización de escritorio, capaz de manejar cientos de miles de millones de archivos. Su conclusión fue clara: Rust multiplicó la eficiencia del equipo.
  • Microsoft ha integrado Rust en partes de Windows. Solo en el sistema de tipografías, reescribió 152.000 líneas de código, mejorando el rendimiento entre un 5 % y un 15 %, y reduciendo riesgos de seguridad.
  • Amazon Web Services (AWS) utilizó Rust para crear Firecracker, el motor ligero que impulsa parte de sus servicios serverless.

No son casos aislados. Muchas herramientas de línea de comandos —como ripgrep o bat— han demostrado ser mucho más rápidas que las clásicas utilidades de Unix. Tanto, que miles de desarrolladores han cambiado su flujo de trabajo gracias a ellas.

La otra cara de la moneda: una curva de aprendizaje pronunciada

El entusiasmo, sin embargo, no debe ocultar los retos. Rust tiene una curva de aprendizaje dura, especialmente para quienes vienen de lenguajes con recolector de basura como Java, Python o Go. El concepto de propiedad y préstamos (ownership/borrowing) puede resultar desconcertante al inicio, y muchos programadores admiten que necesitan entre 3 y 6 meses para sentirse cómodos.

Además, los tiempos de compilación pueden romper el ritmo de trabajo: incluso proyectos pequeños tardan 15-20 segundos en compilar, lo que resulta frustrante para quienes están acostumbrados a cambios instantáneos.

Comparativa con otros lenguajes

Rust suele medirse frente a otros lenguajes de sistemas:

  • C: máximo control y velocidad, pero con un alto riesgo de errores de memoria.
  • C++: añade abstracciones modernas, aunque a costa de gran complejidad.
  • Go: destaca por su sencillez y rapidez en el desarrollo, aunque sacrifica parte del control de bajo nivel y, en algunos casos, rendimiento.
  • Zig: emergente y prometedor, con buen diseño, pero aún con un ecosistema reducido.

Rust, en este panorama, ocupa un punto intermedio: combina control y seguridad, pero obliga a asumir una mayor dificultad inicial y tiempos de compilación más largos.

¿Por qué algunas empresas deciden no usar Rust?

El caso del equipo de TypeScript es ilustrativo. Aunque valoraban Rust, decidieron portar su motor a Go porque podían hacerlo en aproximadamente un año, mientras que con Rust el proyecto habría tardado varios años más. La razón es simple: Rust brilla en seguridad y rendimiento, pero no siempre es práctico cuando lo que importa es el tiempo de entrega o la compatibilidad con ecosistemas ya establecidos.

Este tipo de decisiones muestran que, en tecnología, no existe un lenguaje universalmente mejor: lo que importa es el contexto y el objetivo.

¿Dónde tiene más sentido usar Rust?

Rust es especialmente útil en:

  • Servicios de larga duración donde la seguridad de memoria es crítica.
  • Aplicaciones de alto rendimiento, como motores de sincronización o servicios de red.
  • Herramientas de línea de comandos, donde su velocidad marca la diferencia.

En cambio, puede no ser la mejor opción en proyectos de prototipado rápido, equipos pequeños con plazos ajustados o entornos donde ya existen inversiones fuertes en otros lenguajes.

Una conclusión realista

Rust no es solo moda. Sus aportaciones son reales y están transformando la manera en que grandes empresas desarrollan software seguro y eficiente. Pero tampoco es la panacea: su aprendizaje cuesta tiempo, sus compilaciones son más lentas y, en algunos contextos, otros lenguajes siguen siendo más prácticos.

Quizá la mejor manera de entender Rust es esta: no pretende reemplazarlo todo, sino ocupar el espacio donde sus ventajas —seguridad, rendimiento y fiabilidad— aportan un valor que otros lenguajes no pueden igualar con la misma eficacia.

En un mundo tecnológico en constante cambio, Rust está demostrando que puede ser una pieza clave. No la única, pero sí una muy valiosa.


Preguntas frecuentes (FAQ)

¿Qué diferencia a Rust de lenguajes como Java o Go?
Rust ofrece seguridad de memoria sin recolector de basura, lo que evita pausas y reduce vulnerabilidades, aunque con una curva de aprendizaje más dura.

¿Por qué Rust es considerado tan seguro?
Porque su sistema de propiedad y préstamos no permite que el código compile si hay riesgos de usar memoria liberada o condiciones de carrera. Esto evita muchos errores habituales en otros lenguajes.

¿Es Rust siempre la mejor opción?
No. Rust destaca en proyectos de alto rendimiento y seguridad, pero puede no ser adecuado en prototipos rápidos o equipos con plazos muy ajustados.

¿Qué sectores se están beneficiando más de Rust?
Actualmente, sobre todo la infraestructura en la nube, los sistemas operativos, las herramientas de línea de comandos y algunos servicios críticos en empresas tecnológicas como Microsoft, AWS, Dropbox o Discord.

vía: Por qué todo el mundo habla de Rust (y por qué no siempre es la mejor elección)

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