La compañía británica facilita la certificación y el cumplimiento normativo en más de 150 países, acelerando el desarrollo de nuevos dispositivos electrónicos.
Lanzar un producto tecnológico a escala internacional es, para cualquier fabricante, un desafío repleto de obstáculos regulatorios, burocracia y costes añadidos. Los requisitos de cumplimiento varían de forma considerable en cada país y región, lo que obliga a los fabricantes de dispositivos eléctricos y electrónicos a superar múltiples barreras antes de poder comercializar o incluso importar sus productos. En este escenario, Raspberry Pi ha apostado por ofrecer una solución integral para sus clientes OEM (fabricantes de equipos originales), que permite agilizar y simplificar el acceso global al mercado.
La complejidad de la certificación internacional
El denominado Global Market Access (GMA), o acceso global al mercado, exige a fabricantes e importadores adaptar sus productos a normativas y certificaciones locales en cada país de destino. Las diferencias en los procesos de cumplimiento pueden ir desde el simple envío de documentación a organismos reguladores, como la ICASA en Sudáfrica o la NBTC en Tailandia, hasta exigentes pruebas de laboratorio en el propio país, como ocurre con la SRRC en China o la ANATEL en Brasil.
La falta de alineación internacional en estos procedimientos puede suponer retrasos, costes adicionales y la necesidad de rediseñar o recertificar productos para mercados específicos. En este contexto, la propuesta de Raspberry Pi destaca por anticipar estas barreras desde la fase de desarrollo.
Certificaciones globales antes de llegar al cliente
Raspberry Pi somete sus ordenadores, microcontroladores y módulos de computación a rigurosos procesos de certificación global antes de ponerlos a disposición de sus clientes industriales. Esto permite a los fabricantes que integran hardware de Raspberry Pi en sus productos saltarse, en muchos mercados, buena parte de los trámites habituales y centrarse en el desarrollo e integración, ahorrando tiempo y recursos.
Sin embargo, no todos los países reconocen las certificaciones modulares, y algunos exigen que el dispositivo final complete su propio proceso de aprobación. Es en estas circunstancias cuando el equipo interno de GMA de Raspberry Pi asume un papel clave.
Un equipo especializado para la gestión del cumplimiento
Con décadas de experiencia y más de 500 solicitudes de GMA gestionadas con éxito, el equipo de cumplimiento de Raspberry Pi ha creado una red global de expertos, laboratorios de pruebas y certificadores que opera en más de 150 países. Este equipo puede encargarse de todo el proceso de certificación del dispositivo final, desde el análisis inicial de requisitos y la realización de pruebas, hasta la documentación y el etiquetado necesarios para superar inspecciones aduaneras y regulatorias.
La compañía británica ofrece así un servicio llave en mano que minimiza la carga de trabajo de los fabricantes y reduce notablemente el riesgo de retrasos o fallos en la aprobación de productos.
Acceso centralizado a la documentación
Raspberry Pi también ha desarrollado el Product Information Portal (PIP), una plataforma centralizada donde los OEM pueden acceder de forma rápida y sencilla a toda la documentación relevante sobre cumplimiento y certificaciones de los productos de la compañía. Tras la firma de un acuerdo de confidencialidad (NDA), los clientes disponen de descargas inmediatas de todos los documentos necesarios para presentarlos ante aduanas, organismos reguladores o autoridades competentes en cualquier parte del mundo.
Un aliado para la internacionalización tecnológica
Este enfoque integral convierte a Raspberry Pi en un socio estratégico para las empresas que buscan acelerar el lanzamiento internacional de dispositivos innovadores. Desde vehículos submarinos de exploración científica —como los ROV que utilizan módulos Raspberry Pi para alcanzar profundidades de hasta 300 metros— hasta dispositivos médicos, sistemas industriales y soluciones de domótica, la compañía facilita el acceso a mercados globales sin las tradicionales trabas administrativas.
Ante un entorno internacional cada vez más exigente en materia de regulación y certificación tecnológica, la propuesta de Raspberry Pi representa un paso adelante para la industria electrónica, al ofrecer herramientas, asesoramiento y soporte que permiten a los fabricantes centrarse en la innovación y el desarrollo, dejando en manos expertas la compleja tarea del cumplimiento normativo.
Para consultas sobre requisitos de certificación, regulaciones específicas de cada país o asistencia en procesos de cumplimiento con hardware Raspberry Pi, la compañía invita a contactar directamente con su equipo de GMA a través del correo [email protected].
Fuente: raspberrypi
