NVIDIA prepara un software “opt-in” para vigilar flotas de GPUs en centros de datos y promete transparencia: sin ‘kill switch’ ni puertas traseras

A medida que la infraestructura de Inteligencia Artificial crece en tamaño y complejidad, los centros de datos se parecen cada vez menos a una sala llena de servidores y más a un organismo vivo: miles de componentes trabajando al límite, consumiendo energía a ritmos variables y generando calor que, si se descontrola, acaba costando dinero, rendimiento y averías.

En ese contexto, NVIDIA ha anunciado que está desarrollando un servicio opcional (“opt-in”) para visualizar y monitorizar flotas de GPUs a gran escala, con un panel de control orientado a socios cloud y empresas que operan infraestructuras de cómputo acelerado. El objetivo declarado es claro: mejorar la disponibilidad (uptime) y ayudar a que esos sistemas funcionen “en su punto óptimo” de eficiencia y fiabilidad. El anuncio se publicó el 10 de diciembre de 2025 y llega con un mensaje que la compañía ha repetido en los últimos meses: las GPUs de NVIDIA no incluyen tecnología de rastreo por hardware, ni “kill switches”, ni puertas traseras.

Un “dashboard” para no volar a ciegas: energía, temperatura, configuración y fallos

La propuesta se apoya en una idea sencilla: si un operador puede ver lo que ocurre en su flota en tiempo real, puede corregir antes. Según NVIDIA, el servicio permitirá:

  • Detectar picos de consumo para mantenerse dentro de presupuestos energéticos sin renunciar a rendimiento por vatio.
  • Supervisar utilización, ancho de banda de memoria y salud de interconexión a nivel de flota.
  • Identificar hotspots y problemas de flujo de aire antes de que aparezca el “thermal throttling” o el envejecimiento prematuro de componentes.
  • Validar configuraciones de software consistentes, algo crítico cuando se busca reproducibilidad en entrenamiento o inferencia.
  • Localizar errores y anomalías para anticipar piezas que empiezan a fallar.

En la práctica, el foco no está solo en “medir”, sino en facilitar decisiones operativas: detectar cuellos de botella, reducir riesgos de degradación térmica y mejorar la productividad de la infraestructura para elevar el retorno de inversión.

Un agente instalable y, además, open source

El punto más llamativo del diseño es que el sistema se apoya en un agente de software que el cliente instala en sus nodos. Ese agente enviará telemetría a un portal alojado en NVIDIA NGC, donde el operador podrá ver el estado de su flota global o por “zonas de cómputo” (grupos de nodos dentro de una misma ubicación física o región cloud).

NVIDIA afirma que el cliente de herramientas está previsto como open source, con la intención de aportar transparencia y auditabilidad, además de servir como ejemplo para quienes quieran integrar estas métricas en sus propias soluciones de monitorización. La compañía insiste en que el sistema aporta telemetría de solo lectura: muestra inventario y métricas, pero no puede modificar configuraciones de las GPUs ni alterar operaciones subyacentes. También contempla la generación de informes con información detallada de la flota.

El elefante en la sala: sospechas, rastreo y “¿esto es un backdoor?”

El anuncio no se produce en el vacío. En las últimas semanas, varios medios han vinculado este tipo de capacidades con el debate sobre el control de chips de alto valor y su uso en países sujetos a restricciones, en un clima marcado por el contrabando y la presión regulatoria. Algunas informaciones apuntan a tecnologías de verificación por software que podrían ayudar a estimar ubicaciones de uso, aunque el mensaje corporativo de NVIDIA en este terreno se centra en subrayar límites: no hay control remoto del hardware, no existe un mecanismo para desactivar chips a distancia y la telemetría está bajo gestión del cliente.

Para NVIDIA, la línea roja es la confianza: la empresa sostiene que introducir controles duros por hardware sería un riesgo de seguridad y un incentivo para atacantes, además de erosionar la credibilidad de la infraestructura digital. Esa posición también aparece en comunicados previos de la compañía sobre la idea de “kill switches” y puertas traseras.

En otras palabras: NVIDIA intenta jugar en dos tableros a la vez. Por un lado, ofrecer a operadores una herramienta para gestionar salud, energía y fiabilidad de flotas masivas; por otro, desactivar de raíz el temor a que esa monitorización sea una vía encubierta de control.

Qué cambia para el operador de un centro de datos

Más allá del ruido político, la cuestión práctica para un responsable de infraestructura es directa: en entornos con cientos o miles de GPUs, el coste de no ver problemas a tiempo es alto. Un hotspot recurrente puede significar rendimiento perdido; una configuración inconsistente puede arruinar la estabilidad de un cluster; un patrón de errores puede anticipar fallos caros en el peor momento.

La otra cara de la moneda es que, al ser un servicio externo y opcional, la adopción dependerá de prioridades internas: soberanía del dato, políticas de telemetría, requisitos de cumplimiento y tolerancia a enviar métricas a un portal en NGC. Por eso NVIDIA recalca que es opt-in y que la instalación corre a cargo del cliente.

Más detalles, en la ruta hacia GTC 2026

NVIDIA emplaza a conocer más en GTC 2026, que se celebrará en San José (California) del 16 al 19 de marzo de 2026. En la agenda oficial, la conferencia se extiende de lunes a jueves y el programa incluye talleres presenciales el 15 de marzo.


Preguntas frecuentes

Qué es un software de monitorización de flota de GPUs y para qué sirve en un centro de datos
Es un sistema que centraliza métricas (uso, potencia, temperatura, errores, estado) de muchas GPUs y nodos para detectar problemas, optimizar rendimiento y mejorar la disponibilidad en infraestructuras de Inteligencia Artificial.

El agente de NVIDIA puede cambiar la configuración de las GPUs o actuar como “kill switch”
Según la compañía, no: la telemetría es de solo lectura y el software no puede modificar configuraciones ni operaciones subyacentes. NVIDIA también afirma que sus GPUs no incluyen “kill switches” ni puertas traseras.

Qué tipo de problemas ayuda a detectar en clusters de entrenamiento e inferencia
Patrones de picos de energía, hotspots térmicos, anomalías de interconexión, inconsistencias de software entre nodos y errores que pueden anticipar fallos de hardware.

Dónde se visualizan los datos de la flota y cómo se organiza la información
NVIDIA indica que las métricas se envían a un portal alojado en NVIDIA NGC, con paneles que permiten ver la flota globalmente o por “zonas de cómputo” (ubicaciones físicas o regiones cloud).

vía: blogs.nvidia

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