Jensen Huang defiende ante los medios que el hardware de IA es imposible de desviar, mientras Malasia adopta GPU de Huawei
Durante su intervención en el COMPUTEX 2025 celebrado en Taipéi, el CEO de NVIDIA, Jensen Huang, ha respondido con firmeza a las acusaciones de desvío de chips de inteligencia artificial (IA) hacia China. En una rueda de prensa recogida por Bloomberg, el máximo responsable de la compañía tecnológica afirmó que «no hay evidencia de ningún desvío de chips de IA» y descartó la posibilidad física de que eso pudiera ocurrir, refiriéndose al enorme tamaño y peso de sus sistemas de centros de datos.
«Nuestros sistemas son enormes. El sistema Grace Blackwell, por ejemplo, pesa casi dos toneladas. No se pueden meter en una mochila», ironizó Huang. Según el ejecutivo, los gobiernos y empresas compradoras «se autocontrolan con mucho cuidado» porque saben que un desvío impediría futuras adquisiciones de tecnología de NVIDIA.
Una respuesta indirecta a la administración Trump
Las declaraciones de Huang llegan en un momento de creciente tensión entre Estados Unidos y China, con el expresidente Donald Trump acusando públicamente a Malasia de actuar como intermediario en el supuesto desvío de GPU hacia el gigante asiático. Washington estaría preparando una legislación que obligue a instalar geolocalización y sistemas de desactivación remota en chips avanzados, como medida para controlar su destino final.
Aunque Huang evitó mencionar directamente a China en su intervención, sus palabras se entienden como una réplica a las acusaciones que han puesto en el punto de mira tanto a NVIDIA como a países del sudeste asiático. Sin embargo, los datos de comercio exterior respaldan en parte las sospechas: según informes recientes, las importaciones de GPU en Malasia han crecido un asombroso 3.400 % en los últimos dos años.
Malasia, nuevo cliente de Huawei para centros de datos con IA
La polémica se avivó aún más este martes, cuando se conoció que Malasia será el primer país fuera de China en adoptar las GPU Ascend de Huawei para sus centros de datos. Este giro llega tras la supuesta prohibición —no confirmada oficialmente— impuesta por EE.UU. a NVIDIA de vender sus GPU de IA en territorio malasio. Huawei, por su parte, aprovechará el terreno abonado para desplegar su infraestructura con ayuda del modelo de lenguaje DeepSeek, reforzando así su estrategia de expansión internacional.
¿Está jugando NVIDIA un juego arriesgado?
Los movimientos de Malasia y Huawei parecen poner en entredicho la versión ofrecida por NVIDIA. Aunque técnicamente es difícil desviar sistemas completos de IA sin ser detectados, el volumen de exportaciones y la presión geopolítica podrían forzar nuevas regulaciones.
La administración Trump, con Donald Trump de nuevo en el centro del debate electoral y legislativo, ya ha mostrado su intención de aplicar controles más estrictos. Si las sospechas persisten, NVIDIA podría enfrentarse no solo a sanciones, sino a una pérdida de acceso a mercados clave en el entorno asiático.
Mientras tanto, el CEO de NVIDIA insiste en que su compañía actúa con transparencia y responsabilidad. Pero en un contexto donde la IA se ha convertido en un arma estratégica de primer orden, cada movimiento —y cada silencio— cuenta.
Referencias: Bloomberg y El chapuzas informático