NVIDIA DGX Spark “juega”, pero con truco: Cyberpunk 2077 a 1080p/50 fps y emulación de PS3/Xbox bajo Linux

El NVIDIA DGX Spark, el mini PC con GB10 Blackwell Superchip, ha empezado a llegar a socios y primeros usuarios… y ya hay quien lo ha puesto a prueba con videojuegos. Aunque NVIDIA lo concibió como máquina para IA, las primeras pruebas comunitarias apuntan a que puede jugar, siempre que se acepte una receta con capas de traducción, ajustes en Linux y bastante paciencia.

Qué hay dentro del DGX Spark

El corazón del equipo es el GB10 Blackwell Superchip, que integra una CPU ARM de 20 núcleos, 6.144 núcleos CUDA y 128 GB de LPDDR5X. Sobre el papel, la parte gráfica lo acercaría a una GeForce RTX 5070 en determinados escenarios. El gran peaje, hoy, es la arquitectura ARM: a día de hoy no existe una compilación de Windows on ARM que soporte esta plataforma, por lo que el camino viable pasa por Ubuntu/DGX OS y un ecosistema de traducción x86→ARM.

Cyberpunk 2077: 50 fps en 1080p (con letra pequeña)

Uno de los primeros usuarios que han documentado su experiencia instaló Steam en Linux, activó binarios x86 con systemd-binfmt y ejecutó juegos PC a través de Box64, la capa que traduce llamadas x86_64 a ARM. Con ese montaje, Cyberpunk 2077 alcanzó 50 fps en 1.080p con calidad media.

La anotación necesaria: la experiencia fue inestable, sin DLSS y con algún elemento ausente o irregular. La conclusión de esa prueba fue clara: se puede, pero no es lo ideal y no compensa pensando en juegos si se mira el precio del DGX Spark, en torno a 4.000 dólares.

Emulación: buenas noticias para PS3 y Xbox clásica

En paralelo, otro creador probó el equipo con RPCS3 (PS3) y Xemu (Xbox), ejecutando títulos como Skate 3. En estas pruebas, el sistema logró 60 fps estables. La emulación parece beneficiarse del músculo del GB10 y de la madurez de estos proyectos en Linux, siempre dentro del contexto de pruebas aún limitadas y con margen de mejora en perfiles y ajustes.

¿Y las alternativas? MSI EdgeXpert AI baja el listón de entrada

El MSI EdgeXpert AI, basado en el mismo hardware y configuración de memoria, ha empezado a asomar como alternativa con precio sensiblemente inferior (2.990 dólares). No cambia las reglas del juego técnico (sigue siendo ARM, sigue siendo Linux), pero rebaja la barrera para quien necesite un mini PC de IA con guiños al entretenimiento.

Por qué “juega” con truco

Hay tres razones clave por las que el DGX Spark no es un PC gaming tradicional:

  1. ARM primero: sin Windows nativo compatible, la vía más directa al catálogo de PC pasa por traducción (Box64/Proton), con el coste de rendimiento y estabilidad asociado.
  2. DLSS y ecosistema: los atajos de rendimiento habituales en tarjetas GeForce para juegos en Windows no están o no funcionan igual en esta ruta.
  3. Prioridad de diseño: NVIDIA lo ha presentado como estación de IA y no como consola ni sobremesa para gaming. Drivers, librerías y soporte van detrás de ese objetivo.

Para quién tiene sentido

  • Desarrolladores y laboratorios de IA que, además, quieren jugar ocasionalmente o probar emulación sin montar otro equipo.
  • Entusiastas de Linux y ARM que disfrutan afinando capas de traducción y exprimen cada ajuste.
  • Empresas que valoren el formato mini, la memoria unificada y el stack de IA de NVIDIA por delante del ocio.

Lo que falta para “exprimirlo” de verdad en juegos

  • Soporte de sistema más amplio: una vía oficial para juegos en ARM con menos fricción (drivers, traducción, optimizaciones específicas).
  • Mejoras en Box64/Proton orientadas a títulos exigentes y a motores modernos.
  • Catálogo y experiencias guiadas: instaladores y perfiles que eviten el peregrinaje técnico actual.

Precio, contexto y expectativas

A 4.000 euros (aproximadamente), el DGX Spark es una máquina de IA que puede jugar; no al revés. Es razonable pensar que, con iteraciones de software y más adopción, el rendimiento en juegos bajo Linux/ARM mejore. Pero hoy, salvo que se busque exactamente este perfil —mini PC para IA con capacidad lúdica secundaria—, hay opciones gaming dedicadas más sencillas y económicas.

La foto final

El DGX Spark demuestra que Blackwell en formato mini tiene potencia de sobra para algo más que inferencia y prototipos de IA. Cyberpunk 2077 a 1.080p/50 fps y la emulación a 60 fps son señales prometedoras, pero exigen traducción, ajustes finos y tolerancia a la inestabilidad. Es un triunfo técnico y, a la vez, un recordatorio: no es un PC para jugar. Al menos, no todavía.

vía: profesionalreview

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