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5 mitos sobre la nube privada… desmontados

Ni cara, ni limitada, ni incompatible: la nube privada moderna —con soluciones como Proxmox o VMware— está más viva que nunca y preparada para cualquier reto empresarial.

Desde que Amazon lanzara AWS en 2006, el término «nube» ha quedado casi secuestrado por los gigantes del cloud público. Pero el avance de las arquitecturas híbridas, la hiperconvergencia y la necesidad de soberanía digital han devuelto protagonismo a un modelo más personalizado y controlable: la nube privada. Sin embargo, aún persisten muchas ideas equivocadas que conviene aclarar.

Vamos a derribar cinco de los mitos más repetidos sobre la nube privada con datos reales y soluciones como Proxmox VE, VMware vSphere, Nutanix, Red Hat OpenStack, entre otras.


1. La nube privada no es ágil ni escalable

FALSO. El mito surge al comparar con la agilidad del cloud público, donde se pueden levantar recursos casi al instante. Pero con una arquitectura moderna basada en infraestructura hiperconvergente (HCI), una nube privada puede ser igualmente ágil y mucho más eficiente en costes a medio plazo.

Soluciones como Proxmox, VMware vSAN, o Nutanix AOS permiten escalar horizontalmente con facilidad y automatizar la provisión de recursos de forma similar a cualquier nube pública.

Veredicto: mito. La clave está en elegir una arquitectura moderna.


2. Gestionar una nube privada es caro y complejo

FALSO. La automatización y la orquestación han llegado también al mundo on-premise. Con herramientas como Terraform, Ansible, Proxmox Backup Server o VMware Aria, es posible aplicar políticas, desplegar servicios y monitorizar entornos con muy poca intervención manual.

Según datos de IDC, las organizaciones que invierten en nube privada con enfoque estratégico pueden:

  • Reducir su TCO un 62%,
  • Alcanzar un ROI del 477% en 5 años,
  • Y lograr una amortización media en solo 9 meses.

Veredicto: mito. La automatización lo cambia todo.


3. La nube privada es solo para pymes

FALSO. Grandes compañías también apuestan por la nube privada, sobre todo cuando manejan cargas previsibles, sensibles o reguladas (como en sanidad, banca o administración pública).

La nube privada permite un control total de la infraestructura, políticas de seguridad personalizadas, y evitar costes ocultos del cloud público. Además, muchas cargas de trabajo (hasta un 75%, según algunos estudios) no necesitan escalar de forma impredecible, lo que convierte a la nube privada en una opción más eficiente.

Veredicto: mito. El tamaño no importa: importa la estrategia.


4. Si quiero nube privada, tengo que construirla desde cero

FALSO (aunque con matices). Es cierto que puedes montar tu propio entorno privado con soluciones open source como Proxmox VE o OpenStack, pero también existen opciones llave en mano de proveedores como VMware, Nutanix o HPE GreenLake, que entregan entornos completamente gestionados, listos para producción y compatibles con modelos de pago por uso.

Estas opciones permiten ahorrar tiempo, reducir errores y comenzar con automatización avanzada desde el primer día.

Veredicto: mito. Hay alternativas gestionadas y flexibles.


5. Si tengo una nube privada, no puedo usar nube pública o híbrida

FALSO. De hecho, el 85% de las empresas prefieren un modelo híbrido o multicloud. La clave está en que tu entorno privado esté diseñado para interoperar con otros entornos, ya sea para migración de cargas, backup en la nube o burst computing.

Plataformas como VMware Cloud Director, Red Hat OpenShift o incluso Proxmox con PBS + ZFS + Ceph permiten integraciones fluidas con servicios externos, y herramientas como Cloud-init, Velero, Kasten K10 o Rancher simplifican esa movilidad.

Veredicto: mito. La nube híbrida comienza en casa.


Conclusión: la nube privada ha madurado (y mucho)

No estamos en 2006. Hoy, una nube privada bien diseñada puede ofrecer la agilidad, eficiencia y control que muchas organizaciones necesitan, sin depender de terceros, sin sobresaltos de costes y con la capacidad de crecer hacia entornos híbridos o multicloud si el negocio lo requiere.

Ya sea con Proxmox, VMware, Nutanix, OpenStack o cualquier otra plataforma, la nube privada es una opción robusta y estratégica, especialmente en un mundo donde los datos, la soberanía digital y la eficiencia energética importan más que nunca.


¿Y tú? ¿Todavía crees en estos mitos?

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