En una industria dominada por ARM y con un creciente interés por los procesadores RISC-V, Microchip Technology ha decidido apostar por su propio camino con la nueva arquitectura PIC32A, una familia de microcontroladores de 32 bits basada en la evolución de su línea dsPIC. La pregunta inevitable es: ¿realmente hacía falta otro MCU de 32 bits?
Un nuevo miembro para la familia PIC32
Microchip ya contaba con tres familias bien diferenciadas de microcontroladores de 32 bits:
- PIC32M: basada en núcleos MIPS (microAptiv, M4K).
- PIC32C: basada en ARM Cortex-M (M0+, M23, M33, M7).
- PIC32A: la novedad, basada en la arquitectura dsPIC evolucionada.
Con la PIC32A, la compañía busca ofrecer una alternativa «nativa» y de alto rendimiento a los usuarios que provienen del ecosistema PIC24/dsPIC, sin obligarlos a migrar hacia ARM o MIPS.
Potencia para el futuro embebido
La arquitectura PIC32A incorpora un núcleo de 200 MHz, con:
- Unidad de coma flotante de 64 bits (DP-FPU).
- Dos unidades MAC de 72 bits para acelerar algoritmos de inteligencia artificial y control.
- Periféricos analógicos de alta velocidad: ADC de 12 bits a 40 Msps, comparadores de 5 ns y amplificadores operacionales de 100 MHz GBWP.
- Soporte para debug JTAG, trazado en tiempo real y arranque seguro (secure boot).
Es decir, una plataforma preparada para el mundo del edge computing, sistemas industriales, aplicaciones médicas y entornos críticos de seguridad.
Una evolución natural desde dsPIC y PIC24
Joe Thomsen, vicepresidente de la unidad de microcontroladores de Microchip, explica que PIC32A es una evolución lógica desde dsPIC33A, ofreciendo compatibilidad a nivel de arquitectura, herramientas y lógica de interrupciones. “Para los desarrolladores acostumbrados al hardware y bare metal, PIC32A se sentirá como en casa”, afirma Thomsen.

Esto contrasta con la tendencia actual hacia capas de abstracción más amigables con el software (como ocurre en ARM con CMSIS o RTOS como Zephyr), lo que refuerza el enfoque de Microchip hacia el control total del hardware, ideal para ingenieros electrónicos más cercanos a la señal que al software de alto nivel.
¿Otro MCU más en un mercado saturado?
La respuesta corta es sí, pero con matices. Aunque ARM domina el ecosistema con miles de diseños y RISC-V gana tracción como estándar abierto, Microchip sigue ofreciendo algo que muchos desarrolladores valoran: continuidad, fiabilidad y una curva de aprendizaje progresiva sin abandonar sus herramientas como MPLAB X, Harmony o el compilador XC32.
Además, el hecho de que PIC32A no sea binariamente compatible con otras series PIC32 no es un obstáculo real gracias a la recompilación con herramientas unificadas. Solo los desarrollos en ensamblador requerirán ajustes.
Seguridad, trazabilidad y rendimiento: claves del nuevo PIC32A
La incorporación de elementos como ECC en memoria Flash y RAM, autopruebas (MBIST), control de integridad de E/S y monitoreo de reloj, lo alinean con las exigencias de certificaciones de seguridad funcional como ISO 26262 (automoción) o IEC 61508 (industria).
En definitiva, Microchip no lanza PIC32A para competir directamente con ARM o RISC-V, sino para ofrecer una ruta sólida de actualización a su base de usuarios fieles al ecosistema PIC. Lo hace apostando por rendimiento, eficiencia, herramientas integradas y una experiencia de desarrollo familiar, sin renunciar a innovaciones clave como la inteligencia artificial embebida o la seguridad en el borde de la red.
🔍 Claves del PIC32A:
- Núcleo a 200 MHz con coma flotante de 64 bits.
- Periféricos analógicos de alta velocidad.
- Seguridad embebida: ECC, secure boot, MBIST.
- Compatibilidad ascendente con dsPIC y PIC24.
- Ideal para diseñadores «bare metal» y sistemas de control.
📌 ¿Será suficiente para retener a su comunidad frente a ARM y RISC-V? Solo el tiempo lo dirá. Pero sin duda, PIC32A llega con argumentos sólidos y bien integrados.
Fuente: Microchip