Lexar ha presentado lo que define como el primer núcleo de almacenamiento con IA de la industria, una solución pensada específicamente para la nueva ola de dispositivos con inteligencia artificial en el edge: PC con IA, vehículos inteligentes, cámaras avanzadas y sistemas robóticos. La compañía quiere atacar un problema cada vez más evidente: el almacenamiento tradicional se está convirtiendo en un cuello de botella para la IA en tiempo real.
Según previsiones de Gartner, los envíos de PC con IA alcanzarán los 143 millones de unidades en 2026, más de la mitad del mercado mundial de ordenadores personales. En ese contexto, ya no basta con “más capacidad”; hacen falta más ancho de banda, menor latencia, mayor resistencia y mucha más flexibilidad para mover modelos, datos y sistemas completos entre dispositivos.
El nuevo núcleo de almacenamiento de Lexar responde a ese escenario con tres pilares claros: alto rendimiento, alta fiabilidad y alta flexibilidad.
Un módulo de hasta 4 TB pensado para IA, no solo para guardar archivos
A diferencia de una tarjeta de memoria o un SSD convencional, el núcleo de almacenamiento con IA de Lexar se plantea como un módulo extraíble de hasta 4 TB, diseñado para:
- manejar cargas de trabajo de IA multimodal en tiempo real,
- soportar patrones de E/S extremadamente aleatorios,
- y sobrevivir en entornos donde el calor, la vibración o la suciedad son la norma, no la excepción.
La propuesta de la marca pasa por convertir el módulo en una especie de “cartucho de inteligencia”: no solo almacena datos, sino que facilita mover modelos, entornos de ejecución, sistemas operativos y configuraciones de seguridad entre máquinas compatibles, gracias a su soporte de arranque PCIe. Es decir, es posible iniciar Windows y las aplicaciones directamente desde el propio núcleo de almacenamiento, sin necesidad de un SSD interno tradicional.
Tres innovaciones clave para la era de la IA
1. Alto rendimiento: pensado para LLM, vídeo 8K y cargas aleatorias
Lexar promete velocidades de lectura y escritura secuenciales muy superiores a las de las tarjetas de memoria tradicionales, pero el enfoque va más allá del rendimiento lineal.
El núcleo de almacenamiento está optimizado para:
- bloques pequeños de 512 B, fundamentales en E/S aleatorias típicas de bases de datos, LLM y motores de inferencia,
- y una colaboración estrecha entre el host y el propio módulo mediante capas como SLC Boost y Read Cache, diseñadas para mejorar la carga de modelos de lenguaje, flujos de trabajo de imágenes generativas y otras tareas de IA en tiempo real.
En otras palabras, no se trata solo de copiar ficheros grandes más deprisa, sino de responder de forma consistente a miles o millones de operaciones pequeñas por segundo, algo crítico cuando se ejecutan modelos complejos directamente en el dispositivo.
2. Alta fiabilidad: del portátil al vehículo autónomo
El segundo pilar es la robustez. Aprovechando la tecnología de embalaje integrada de Longsys, el módulo ofrece:
- protección frente a polvo, agua, golpes y radiación,
- y, en futuros modelos, soporte para un rango de temperatura ampliado de –40 °C a 85 °C.
Ese tipo de especificaciones es habitual en automoción, robótica industrial o equipamiento de exteriores, pero no tanto en soluciones de almacenamiento orientadas a consumo. Lexar busca así abarcar desde PC con IA y estaciones de trabajo móviles hasta sistemas de conducción autónoma, robots logísticos o cámaras profesionales en exteriores.
3. Alta flexibilidad: intercambio en caliente y colaboración entre dispositivos
El diseño intercambiable en caliente permite insertar o extraer el núcleo de almacenamiento con el sistema en funcionamiento, sin apagar ni reiniciar.
Esto abre la puerta a varios escenarios:
- cambiar de modelo de IA o de versión del sistema operativo simplemente sustituyendo el módulo,
- mover entornos completos de trabajo entre un PC con IA, un equipo de laboratorio y un dispositivo de campo,
- o separar físicamente datos sensibles cuando el dispositivo no está en uso.
Para evitar que el rendimiento se degrade con cargas sostenidas, Lexar ha desarrollado una solución térmica co-diseñada que mantiene las temperaturas bajo control, incluso en sesiones prolongadas de inferencia o captura de vídeo de alta resolución.
Cinco escenarios de uso donde Lexar quiere marcar la diferencia
La compañía destaca cinco grandes ámbitos donde su núcleo de almacenamiento con IA pretende convertirse en pieza clave de la arquitectura:
PC con IA
En ordenadores con NPU y GPU dedicadas a IA, el almacenamiento puede ser el eslabón más débil si no está a la altura. El módulo de Lexar está pensado para:
- acelerar la carga y el cambio de modelos,
- mejorar la fluidez en flujos de trabajo con LLM y generación de contenido,
- y permitir una portabilidad total: el usuario puede llevar su entorno completo en el módulo e insertarlo en distintas estaciones de trabajo móviles.
Gaming con IA
Los juegos de nueva generación empiezan a incorporar NPC impulsados por IA, entornos dinámicos y generación de contenido casi en tiempo real, lo que dispara las necesidades de E/S.
El núcleo de almacenamiento ofrece:
- alto IOPS y lecturas aleatorias rápidas, que reducen tiempos de carga y microparones,
- apoyo a representación de fotogramas de alta velocidad y sistemas de IA adaptativa que reaccionan a las acciones del jugador sin latencias perceptibles.
Cámaras con IA
En cámaras profesionales y sistemas de vídeo inteligente, el módulo está orientado a:
- captura de vídeo 4K/8K continua,
- procesamiento de IA en tiempo real para seguimiento de sujetos, análisis de escenas y mejora de imagen,
- y resistencia mecánica y ambiental adecuada para rodajes en exteriores, deportes de acción o entornos industriales.
Conducción con IA
En vehículos conectados y conducción asistida o autónoma, el núcleo de almacenamiento debe procesar flujos de datos simultáneos de:
- cámaras,
- radares,
- sensores LiDAR y otros subsistemas.
La combinación de resistencia a impactos, soporte futuro de altas temperaturas y rendimiento sostenido busca garantizar un funcionamiento estable incluso en condiciones exigentes de automoción.
Robótica con IA
En robots de almacén, brazos industriales o unidades móviles autónomas, el espacio y la disipación térmica son limitados. El diseño compacto del módulo y su robustez permiten:
- integrarlo en robots de fábrica, logística o exteriores,
- actualizar su “inteligencia” cambiando simplemente de módulo (por ejemplo, distintas configuraciones de seguridad o modelos especializados),
- y soportar operaciones continuas en entornos con vibraciones, polvo o cambios bruscos de temperatura.
Un movimiento estratégico en la carrera por el “almacenamiento inteligente”
El anuncio del núcleo de almacenamiento con IA de Lexar refleja una tendencia más amplia: a medida que la IA se desplaza desde la nube hacia el edge, el almacenamiento deja de ser un mero contenedor de datos para convertirse en un componente estratégico de la arquitectura de IA en el dispositivo.
Donde antes bastaba con un SSD rápido, ahora se exige:
- ancho de banda sostenido para modelos y datos multimodales,
- latencia muy baja para decisiones en tiempo real,
- resiliencia física para vehículos, robots y cámaras de campo,
- y portabilidad lógica para mover sistemas completos entre dispositivos.
Con esta propuesta, Lexar busca posicionarse como un actor clave en ese nuevo segmento de “almacenamiento inteligente para IA”, adelantándose a un escenario donde los endpoints —no solo los centros de datos— serán el verdadero campo de batalla de la computación con IA en los próximos años.