Las inteligencias artificiales generativas se han convertido en el primer punto de contacto del nuevo embudo de decisión del consumidor. Si una marca no aparece en las respuestas que ofrece esta tecnología, queda excluida del proceso de elección. Este nuevo contexto impulsado por la IA puede parecer una amenaza, pero también representa una oportunidad. Así, si los modelos de lenguaje (LLM) identifican a una empresa, pueden impulsarla; en caso contrario, existe un riesgo real de quedar fuera del mercado. La conclusión es clara: el nuevo funnel de ventas comienza con la IA y es esencial formar parte de él para poder competir.
Aparecer en las IA, clave
En este contexto, ¿están preparadas las empresas para entender hasta qué punto la IA está moldeando su imagen en búsquedas, sus conversaciones virtuales, su competitividad digital y el perfil de los consumidores?
Para dar respuesta a esas y a otras cuestiones relacionadas con la IA -de plena vigencia-, Vipnet360 se sitúa hoy como una de las pocas agencias españolas de marketing digital en medir la presencia de las marcas en las inteligencias artificiales.
Las marcas en las IA
Para recopilar sus contestaciones, la agencia se sirve de AIBrandpulse, el servicio que acaba de poner en marcha un servicio que mide y analiza la presencia y el nivel de recomendación que hacen los principales large language model (LLM) -ChatGPT (OpenAI), Gemini (Google), Claude (Anthropic), Mistral, Copilot, Perplexity, DeepSek y Grok- de una marca, un producto o un servicio. Para hacerse una idea de su funcionamiento, cabe señalar que AIBrandpulse detecta los ‘destellos’ que emite una marca en el seno del ecosistema de la IA: cuándo aparece, cómo es interpretada y, muy importante, qué fuentes la respaldan.
Herramienta pionera
De esta manera, AIBrandpulse se encuentra ya disponible para empresas, instituciones y medios de comunicación, pudiendo detectar cómo ‘ven’ las IA una marca, un producto, un servicio o, incluso, su opinión sobre un determinado directivo. Se trata de una solución pionera que ofrece una visión única sobre las decisiones de compra que se están gestando en espacios que ya son invisibles para las métricas tradicionales de marketing. Además, AIBrandpulse conecta branding, reputación y el ya citado nuevo funnel: a los negocios ya no les basta con estar en Google para llegar al consumidor, ahora hay que aparecer en las IA para no quedarse atrás.
De hecho, es preciso recordar que Vipnet360 nació en 2005 con la plena conciencia de la importancia para las empresas de figurar en Internet y en los buscadores, así como ahora la agencia realiza la misma apuesta por el rol preponderante que tiene y tendrá de forma creciente la IA.
La IA y los motores de búsqueda
Así, la relevancia del servicio lanzado por Vipnet360 radica en que los algoritmos de la IA influyen sobre los asistentes virtuales, sobre las referencias digitales de las marcas y, por supuesto, sobre los motores de búsqueda. De ahí la importancia de que las empresas sean conscientes de todo ello, entiendan esta nueva realidad digital y optimicen su presencia en las inteligencias artificiales.
Más resúmenes de la IA, menos clics
De hecho, diversos estudios señalan que en torno al 40% de las búsquedas en Internet ya son resueltas por una IA a través de los resúmenes que, en muchos casos, ya aparecen directamente, sin que sea necesario pinchar en un enlace.
Influencia de la IA sobre decisiones reales
En ese sentido, Álvaro Ramírez-Cárdenas e Inés Morillo, socios de Vipnet360, explican que “los modelos de lenguaje como ChatGPT ya influyen en decisiones reales: desde recomendaciones de inversión, rankings de destinos para turistas o de marcas de equipos de aires acondicionado, hasta selecciones automáticas en buscadores o sistemas de inteligencia empresarial”. No en vano, ya hay estadísticas que apuntan que la mitad de los españoles confía más en el algoritmo de la IA que en los influencers. “Con AIBrandpulse, las marcas pueden detectar oportunidades, corregir desalineaciones y ganar terreno en el primer paso del nuevo funnel digital”, concluyen los responsables de la agencia.
En otras palabras, una mala reputación en la IA puede traducirse en una pérdida de competitividad digital, en un perjuicio para la reputación (también en el mundo real) y, en definitiva, en un perjuicio para el negocio.