IoT y machine learning: la tecnología que quiere adelantarse al fuego en los bosques españoles

La lucha contra los incendios forestales en España ha dejado de ser solo una cuestión de brigadas de extinción, aviones y mangueras. Cada verano, los bosques se enfrentan a una amenaza creciente que combina el cambio climático, el abandono rural y una nueva generación de incendios casi imposibles de controlar. En este contexto, la tecnología empieza a convertirse en un aliado imprescindible.

La compañía Securitas Seguridad España, en colaboración con Alphanet, ha lanzado una solución pionera de detección temprana de incendios basada en el uso combinado de sensores IoT, machine learning y monitorización 24/7. El objetivo es ambicioso: detectar un conato en sus primeros minutos y actuar antes de que se convierta en un gran incendio.


España: un país cada vez más vulnerable al fuego

Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), en 2024 ardieron en España 47.711 hectáreas de bosque. Aunque supone una reducción del 5% respecto a la media de la última década —y de hecho fue la segunda cifra más baja del periodo—, los datos esconden una tendencia preocupante: los grandes incendios forestales (más de 500 hectáreas arrasadas) se han disparado un 31% en los últimos diez años, con una media de 24 siniestros anuales.

Desde 2017, los expertos hablan incluso de incendios de sexta generación. Estos fuegos extremos, alimentados por sequías prolongadas y acumulación de biomasa seca, son capaces de alterar las condiciones atmosféricas y generar auténticas tormentas de fuego. Un escenario aterrador para bomberos y servicios de protección civil.


La importancia de llegar antes que el fuego

La clave está en el tiempo. Detectar un incendio cuando apenas es un conato puede suponer la diferencia entre una hectárea quemada o un desastre ambiental de proporciones enormes. Aquí es donde entran las soluciones tecnológicas.

El sistema desarrollado por Securitas y Alphanet se apoya en sensores inteligentes instalados en los árboles, capaces de analizar en tiempo real el entorno. Gracias al machine learning, los dispositivos aprenden a distinguir entre señales normales y anomalías que podrían indicar un incendio. De este modo se evita caer en falsas alarmas por emisiones de un coche cercano o una chimenea.

Estos sensores funcionan con placas solares y transmiten datos mediante LoRaWan, una tecnología de comunicaciones inalámbricas de largo alcance y bajo consumo. En zonas sin cobertura, se utilizan dispositivos Border Gateway para garantizar que la información llegue igualmente al centro de control.


Un mapa vivo para coordinar la respuesta

La información se centraliza en el Securitas Operation Center (SOC), un centro de control con monitorización 24/7, o bien en centros locales habilitados por cada municipio. A través de la plataforma AlphaDataManager, las alertas se visualizan en un mapa dinámico geolocalizado, lo que permite identificar con exactitud el origen del fuego y movilizar recursos sin pérdida de tiempo.

La tecnología, sin embargo, no basta por sí sola. La eficacia depende también de protocolos claros de actuación y de una colaboración público-privada real. Y es que el 72% de la superficie forestal española es de propiedad privada, aunque la responsabilidad de su protección recae sobre las administraciones públicas.


Más allá de la innovación: un reto estructural

El despliegue de IoT y machine learning para vigilar los bosques abre la puerta a un futuro en el que la tecnología actúe como primera línea de defensa contra los incendios. Pero también plantea preguntas de calado:

  • ¿Quién financiará la instalación masiva de estos sistemas en un país con millones de hectáreas forestales?
  • ¿Cómo se integrará esta tecnología con los planes de prevención autonómicos y municipales?
  • ¿Qué ocurre con los bosques privados cuyo mantenimiento suele estar desatendido?

Lo que está claro es que la prevención es mucho más barata que la extinción. El coste económico de un gran incendio no se mide solo en los millones gastados en su control, sino en la pérdida de biodiversidad, en la erosión de los suelos y en el daño social y turístico a las comunidades rurales.


Hacia un nuevo paradigma en la gestión forestal

Los incendios forestales son ya una de las mayores amenazas para la biodiversidad en España. La introducción de tecnologías de detección temprana basadas en IoT y machine learning no sustituirá nunca al trabajo humano, pero sí puede convertirse en la primera alerta que active a brigadas, helicópteros y aviones cisterna.

La idea es clara: actuar en minutos, no en horas. Si el sistema consigue generalizarse y coordinarse con los servicios de emergencias, podría marcar un antes y un después en la lucha contra el fuego.


Preguntas frecuentes (FAQ)

1. ¿Qué son los incendios de sexta generación?
Son fuegos extremos que, debido al cambio climático y la acumulación de combustible seco, generan sus propias condiciones atmosféricas, incluyendo tormentas de fuego.

2. ¿Cómo funciona el sistema IoT de detección temprana?
Los sensores instalados en los árboles recogen datos ambientales en tiempo real, los procesan con machine learning para detectar anomalías y envían alertas geolocalizadas a un centro de control.

3. ¿Es viable extender este sistema a todo el territorio español?
Dependerá de la financiación pública y privada, así como de la coordinación entre comunidades autónomas, ayuntamientos y propietarios forestales.

4. ¿Qué beneficios aporta frente a los sistemas tradicionales de vigilancia?
Permite actuar en el primer minuto del incendio, reduciendo drásticamente el riesgo de que se convierta en un gran fuego y optimizando la movilización de recursos.

vía: alphanet-solutions

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