Informe Kyndryl 2025: la nube híbrida deja de ser transición y se convierte en la base de la empresa de IA

La nube ya mueve más de 700.000 millones de dólares en todo el mundo y se ha convertido en el sistema nervioso de miles de empresas. Pero, según el nuevo Cloud Readiness Report 2025 de Kyndryl, la mayoría ha llegado hasta aquí casi por accidente: 7 de cada 10 CEOs admiten que su entorno cloud actual no responde a un diseño deliberado, sino a decisiones puntuales acumuladas con el tiempo.

A pesar de esa falta de planificación, el gasto no se frena. Las organizaciones han incrementado su inversión en cloud más de un 30 % de media en el último año, justo cuando se multiplican los desafíos ligados a la adopción de IA, las nuevas exigencias regulatorias y unas amenazas de ciberseguridad cada vez más agresivas. El informe, basado en las respuestas de 3.700 directivos en 21 países, radiografía un momento de inflexión: la nube deja de ser un lugar donde “colgar” cargas de trabajo para convertirse en una arquitectura viva que define control, confianza y capacidad de innovación.


De la nube “por accidente” a la nube como diseño estratégico

La principal conclusión del informe es contundente: la diferencia entre usar la nube de forma reactiva o como capacidad estratégica marcará quién lidera la próxima ola de IA.

Kyndryl identifica tres ideas fuerza:

  • El éxito en cloud es mayor cuando no es accidental. Quienes alinean infraestructura, datos y gobierno obtienen más innovación y agilidad que quienes solo migran servidores sin una hoja de ruta.
  • La IA, especialmente la IA agentic, depende de un diseño deliberado. Si los sistemas y los datos no están bien conectados, la inteligencia no puede escalar de forma responsable.
  • La seguridad y la soberanía ya no son frenos, sino principios de diseño. La arquitectura debe partir de la confianza y la interoperabilidad, no agregarlas al final.

El dato revelador es que el 70 % de los CEOs reconoce haber llegado a su estado actual de nube “por accidente, no por diseño”. Esto se traduce en entornos híbridos desordenados, contratos heredados con hiperescaladores y una maraña de herramientas que complica la vida a TI y negocio.


Soberanía y geopolítica: el nuevo “tercer factor” del cloud

El informe muestra una preocupación clara por el contexto geopolítico y las regulaciones de datos:

  • 75 % de los líderes se declara preocupado por los riesgos geopolíticos de almacenar y gestionar datos en nubes globales.
  • 65 % ya ha modificado su estrategia debido a nuevas normas de soberanía de datos.
  • 41 % está repatriando parte de sus datos desde la nube pública a entornos on-premise.

El mensaje de fondo es que la conversación ya no es “cloud sí o no”, sino dónde y bajo qué reglas se ejecuta cada carga y se guarda cada dato. La arquitectura manda: no se trata de elegir entre on-premise o cloud, sino de definir cómo se conectan ambos mundos.


Multicloud e híbrida: de moda a norma

El informe confirma que la nube híbrida y el multicloud han pasado de ser tendencia a convertirse en el estándar de facto:

  • 84 % de los responsables afirma utilizar varias nubes de manera intencional, no solo por inercia histórica.
  • Solo 17 % dice tener un enfoque “cloud-first” puro; el resto asume un modelo donde lo crítico es interoperar entre plataformas privadas y públicas.

Esta realidad responde a una combinación de factores: necesidad de evitar el bloqueo con un solo proveedor, exigencias regulatorias, búsqueda de resiliencia y, ahora, también exigencias de la IA.


IA y nube: amigas inseparables, pero mal coordinadas

Una de las áreas donde más se nota esta transición es la inteligencia artificial:

  • 89 % de los líderes asegura que sus inversiones en cloud han facilitado el uso de IA.
  • Sin embargo, 35 % cita los problemas de integración como la principal barrera para obtener retorno real de sus proyectos de IA.

La nube se ha convertido en la infraestructura por defecto para entrenar y servir modelos, pero no basta con “subir datos y lanzar un modelo”. Kyndryl destaca dos tendencias:

  1. Modelos privados en nubes privadas. Para organizaciones con fuertes restricciones regulatorias o de riesgo, surgen LLM internos que se ejecutan en nubes privadas o en “neoclouds” especializadas en GPU, combinados con técnicas como RAG (retrieval-augmented generation) para enriquecer respuestas con datos corporativos sin reentrenar modelos gigantes.
  2. Neoclouds y GPU bajo demanda. Empresas y laboratorios recurren a proveedores centrados en GPU que permiten alquilar potencia a corto plazo sin comprometerse con contratos largos ni inversiones masivas en hardware.

La receta que propone el informe es clara: entrenar donde haya escala (cloud pública) y ejecutar cerca de los datos (cloud privada / on-prem). La IA agentic —capaz de tomar decisiones y ejecutar flujos de trabajo por sí misma— exigirá arquitecturas híbridas que mantengan gobierno, velocidad y costes bajo control.


Redefinir la seguridad en la era de la IA

La seguridad cloud sigue siendo una prioridad de primer nivel, pero la llegada de la IA la está transformando:

  • 82 % de las organizaciones sufrió al menos una interrupción de servicio por incidente de ciberseguridad en el último año.
  • 91 % afirma que su infraestructura cloud les ofrece flexibilidad suficiente para adaptarse con rapidez a nuevas normativas.
  • 75 % declara estar invirtiendo en IA para ciberseguridad, más que en cualquier otra capacidad basada en IA.

El informe señala una paradoja: el cloud y la IA aumentan la superficie de ataque, pero también ofrecen herramientas para ser más resilientes. Las arquitecturas distribuidas permiten aislar mejor amenazas, automatizar respuesta y restaurar sistemas más rápido, siempre que exista una estrategia de gobierno y datos claramente definida.

Kyndryl identifica tres preocupaciones recurrentes entre los usuarios de nube:

  1. La escala es un arma de doble filo. Los hiperescaladores son objetivos atractivos para atacantes por el impacto potencial de una brecha.
  2. La IA no siempre respeta fronteras. Los modelos pueden ingerir datos sensibles por error (subidas manuales, uso de herramientas públicas, APIs mal configuradas), por lo que la gobernanza debe venir primero.
  3. La legislación va por países, la nube no. Riesgos como el acceso gubernamental a datos, cierres de servicios por motivos políticos o cambios regulatorios súbitos ya no son escenarios teóricos.

Hacia una nube híbrida bien diseñada: la “base inteligente” de la empresa

La conclusión del informe es que la era híbrida no es una fase intermedia, sino el estado natural de la empresa moderna. Los líderes ya no se preguntan si mover cargas entre nubes públicas y privadas, sino cómo hacer que todas esas plataformas funcionen como una sola.

En esa visión, una estrategia cloud madura:

  • Une negocio y TI, tratando la nube como capacidad estratégica, no como simple alojador de máquinas virtuales.
  • Diseña la arquitectura pensando en interoperabilidad, soberanía y confianza desde el inicio.
  • Integra FinOps, gobierno de datos, seguridad y operación de IA en un mismo plano.
  • Aprovecha la nube para construir IA que aprende en entornos escalables, pero que opera cerca de los datos sensibles, con humanos “en el bucle” para aportar contexto y criterio.

La frase que resume el informe quizá sea esta: “El futuro de la IA no lo definirán solo los algoritmos, sino los entornos que los hospedan. La IA funciona con datos, pero prospera con buen diseño”.


Preguntas frecuentes

¿Qué significa que el 70 % de los CEOs haya llegado a la nube “por accidente”?
Que muchas empresas han ido adoptando servicios cloud de forma reactiva —por proyectos aislados, adquisiciones o urgencias puntuales— sin una arquitectura global pensada para IA, seguridad y soberanía. El reto ahora es pasar de ese mosaico improvisado a un diseño coherente.

¿Por qué la nube híbrida se considera la base para una empresa preparada para IA?
Porque permite entrenar modelos y usar servicios avanzados en nubes públicas donde hay escala y GPU, mientras se ejecuta la inferencia y se gobiernan los datos en nubes privadas u on-premise. Así se equilibra rendimiento, cumplimiento y control de costes.

¿Qué papel juega la soberanía de datos en la estrategia cloud actual?
Las nuevas normas y los riesgos geopolíticos hacen que muchas organizaciones repatrien parte de sus datos y definan arquitecturas donde no todo depende de un único proveedor global. La soberanía deja de ser freno para convertirse en principio de diseño.

¿Cómo están usando las empresas la IA para reforzar la ciberseguridad en la nube?
Según el informe, tres de cada cuatro organizaciones están invirtiendo en IA aplicada a ciberseguridad: detección avanzada de anomalías, correlación de eventos, automatización de respuesta y priorización de vulnerabilidades. El objetivo es reducir el tiempo de detección y contención en entornos cada vez más distribuidos.


Fuentes

  • Kyndryl — Comunicado Kyndryl releases the 2025 Cloud Readiness Report (12/11/2025).
  • Kyndryl2025 Readiness Report: Unlocking Cloud Readiness.

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