La automatización de procesos por inteligencia artificial no ha eliminado el empleo en IBM: lo ha transformado. La compañía recorta personal administrativo, pero refuerza su plantilla con perfiles técnicos y comerciales para mantener su nueva arquitectura laboral.
Lo que comenzó como un movimiento drástico para abrazar la inteligencia artificial terminó siendo un cambio de fichas más que un recorte neto. IBM, una de las compañías tecnológicas más veteranas del sector, despidió a unos 7.800 empleados en 2023 con el argumento de que la IA podía sustituir al 30 % de su plantilla actual. Sin embargo, apenas dos años después, la empresa no solo ha recuperado ese volumen de trabajadores, sino que ha ampliado su equipo gracias precisamente a la IA.
Así lo explicó el propio CEO de IBM, Arvind Krishna, al Wall Street Journal: “Aunque hemos automatizado muchos procesos empresariales con IA, nuestra plantilla ha crecido. Esto nos ha permitido invertir en nuevas áreas y contratar más talento”.
AskHR: el chatbot que revolucionó los RRHH
Uno de los motores del cambio ha sido AskHR, una solución interna de inteligencia artificial que gestiona ya el 94 % de las tareas de recursos humanos dentro de la compañía. Esta plataforma, que comenzó como un chatbot en pruebas en 2017 y evolucionó hasta permitir promociones, traspasos y gestión de vacaciones, gestionó más de 11,5 millones de interacciones en 2024. Solo el 6 % de las consultas necesitó intervención humana.
Este grado de automatización, según IBM, ha supuesto un ahorro de más de 3.500 millones de dólares y ha permitido reinvertir en áreas como ventas, ingeniería y desarrollo de productos basados en IA.
De reducir personal… a buscar programadores
La paradoja es clara: IBM prescindió de personal administrativo y de soporte, pero contrató nuevos perfiles especializados, como desarrolladores, arquitectos de IA y personal de ventas. Aunque la empresa no ha desvelado el número exacto de nuevas contrataciones, las cifras internas indican un crecimiento neto de empleados desde la reestructuración.
Este fenómeno no es exclusivo de IBM. Empresas como Duolingo, algunas startups fintech y plataformas de atención al cliente han implementado reducciones de hasta el 90 % de su personal humano, sustituyéndolo por chatbots. Pero en varios casos, la necesidad de supervisión, mantenimiento y mejora de esas soluciones ha terminado creando nuevas oportunidades de empleo en otras áreas.
¿Destrucción o transformación del empleo?
El informe The Future of Jobs Report 2025, del World Economic Forum, estima que la automatización destruirá hasta 92 millones de empleos en todo el mundo antes de 2030. Pero al mismo tiempo, se espera que otros 69 millones de puestos nuevos se creen en sectores emergentes ligados a la inteligencia artificial, la analítica de datos, el desarrollo de software y la ciberseguridad.
La experiencia de IBM parece anticipar este nuevo modelo de mercado laboral, donde la IA no elimina el trabajo, sino que obliga a rediseñarlo. Tareas repetitivas y administrativas se automatizan; las nuevas prioridades demandan perfiles más cualificados y estratégicos.
Una transición inevitable
En su propia página oficial, IBM se define como una empresa “AI-first” y muestra con orgullo los avances de AskHR. Entre sus logros figura la reducción del tiempo necesario para realizar gestiones internas en un 75 %, y un índice de satisfacción (NPS) que ha subido de -35 a +74 puntos en apenas unos años.
Para Krishna, esta evolución demuestra que la inteligencia artificial bien aplicada mejora la eficiencia sin renunciar al talento humano: “Hemos aprendido que no se trata de reemplazar personas, sino de reasignarlas donde aporten más valor”.
Conclusión
La historia de IBM es un reflejo de lo que se avecina en muchas organizaciones: una reconversión silenciosa del empleo, donde la IA se convierte en fuerza motriz del cambio, y donde el reto ya no es evitar la automatización, sino adaptarse a ella. La cuestión ya no es si la IA afectará al trabajo, sino cómo lo transformará —y quién estará preparado para aprovecharlo.