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Europa da un paso decisivo hacia la autonomía digital con DARE SGA1 y los procesadores RISC-V

La Unión Europea ha puesto en marcha una ambiciosa iniciativa para reducir su dependencia de la tecnología informática extranjera con una inversión de 240 millones de euros en el proyecto Digital Autonomy with RISC-V in Europe (DARE SGA1). Este esfuerzo busca desarrollar una pila completa de hardware y software europea que impulse la próxima generación de supercomputadoras para computación de alto rendimiento (HPC) e inteligencia artificial (IA).

Liderado por el Barcelona Supercomputing Center (BSC-CNS) y con el apoyo de 38 socios europeos, este proyecto marca un hito en la soberanía digital europea.


La necesidad de autonomía digital en Europa

Durante años, Europa ha dependido de soluciones de hardware y software no europeas para su infraestructura de supercomputación. Esta dependencia ha generado riesgos de seguridad, vulnerabilidades económicas y pérdida de competitividad tecnológica. DARE SGA1 forma parte de una estrategia más amplia dentro de la EuroHPC Joint Undertaking (EuroHPC JU) para establecer un ecosistema europeo autosuficiente en HPC e IA.

Según Anders Jensen, Director Ejecutivo de EuroHPC JU:

«El proyecto DARE marca un hito importante en la soberanía digital europea. Esta iniciativa impulsará la innovación en tecnologías de hardware y software, aprovechando al máximo el poder de la HPC y la IA para desarrollar soluciones seguras, eficientes y lideradas por Europa para el futuro.»

El proyecto se suma a otros esfuerzos europeos como la European Processor Initiative (EPI) y el procesador SiPearl Rhea1, reafirmando el compromiso de la UE para reducir su dependencia de tecnologías estadounidenses y chinas.


Innovaciones tecnológicas clave: Chiplets RISC-V europeos

Uno de los pilares fundamentales de DARE SGA1 es el desarrollo de tres chiplets basados en RISC-V, cada uno diseñado para una función específica dentro del HPC y la IA:

  • Vector Accelerator (VEC) – Acelerador de vectores para cargas de trabajo de HPC y aplicaciones de IA emergentes, liderado por la empresa catalana Openchip.
  • AI Processing Unit (AIPU) – Procesador de IA diseñado para aceleración de inferencias de IA en aplicaciones HPC, desarrollado por Axelera AI en los Países Bajos.
  • General-Purpose Processor (GPP) – Procesador general optimizado para aplicaciones de supercomputación en Europa, dirigido por Codasip en la República Checa.

¿Por qué usar chiplets?

A diferencia de los chips monolíticos tradicionales, la tecnología de chiplets permite arquitecturas más modulares y flexibles, lo que se traduce en mayor eficiencia, escalabilidad y reducción de costes. Esto es fundamental en entornos HPC e IA, donde la potencia, eficiencia energética y adaptabilidad son aspectos críticos.

Según Osman Unsal, Investigador Principal de DARE SGA1 en BSC-CNS:

«DARE se atreve a comenzar desde la cima de la complejidad tecnológica y producir procesadores diseñados en Europa para supercomputadoras, allanando el camino para la soberanía digital europea.»


El reto del software: Competir con el ecosistema CUDA de Nvidia

Además del hardware, DARE SGA1 reconoce que la optimización del software es clave para lograr un rendimiento alto y una adopción generalizada. Uno de los mayores desafíos en la computación de IA hoy en día es el dominio de Nvidia gracias a CUDA, que ha creado un efecto de bloqueo de software en los centros de datos de IA a nivel mundial.

Para competir, DARE SGA1 desarrollará una pila de software totalmente optimizada para sus procesadores basados en RISC-V, que incluirá:

  • Aplicaciones de HPC e IA co-diseñadas con el hardware para maximizar la eficiencia.
  • Acceso anticipado a emulación y simulación de hardware RISC-V para facilitar el desarrollo de software.
  • Esfuerzos de planificación para la escalabilidad de futuras supercomputadoras post-exaescala.

Con este enfoque en el desarrollo de hardware y software, DARE SGA1 busca ofrecer una alternativa real a las soluciones estadounidenses.


La hoja de ruta europea en supercomputación: ¿Qué sigue?

DARE SGA1 es un proyecto de tres años, pero representa solo la primera fase de una estrategia europea de seis años en HPC. Para 2028, Europa espera haber logrado:

  1. Un sistema HPC europeo plenamente operativo basado en procesadores RISC-V.
  2. Una pila completa de hardware/software europea para supercomputación e inteligencia artificial.
  3. Una hoja de ruta para supercomputadoras post-exaescala, asegurando que Europa siga siendo líder mundial en HPC e IA.

El proyecto forma parte de una estrategia más amplia para asegurar la infraestructura de supercomputación de Europa a largo plazo, reduciendo su dependencia de tecnologías extranjeras y fortaleciendo su soberanía digital.


Conclusión: Un hito en la independencia tecnológica de Europa

Con el lanzamiento de DARE SGA1, Europa demuestra su compromiso con la autonomía digital. Invirtiendo en tecnología RISC-V, chiplets y un ecosistema de software optimizado, la UE está sentando las bases para un sector de supercomputación autosuficiente que beneficiará a la investigación científica, la innovación en IA y la competitividad industrial.

A medida que Europa continúe desarrollando sus propios procesadores, software e infraestructura de supercomputación, está dando un paso decisivo hacia un futuro digital más seguro, eficiente e independiente. El éxito de DARE SGA1 podría marcar el inicio de una nueva era en la computación europea, basada en la innovación, la eficiencia y la soberanía tecnológica.

Para más información, visita dare-riscv.eu.

vía: System administration