El 83 % de las organizaciones confía en su capacidad de respuesta frente a ciberataques, mientras el ciberseguro gana peso como pilar de la ciberresiliencia corporativa en 2024.
La creciente exposición de las empresas españolas a los ciberataques ha impulsado una transformación profunda en su estrategia de protección digital. Según el Informe de Ciberpreparación 2024 elaborado por Hiscox, el 25 % de las compañías en España ya ha contratado un ciberseguro, una tendencia que pone de manifiesto el avance de un enfoque más maduro e integral frente a las amenazas digitales.
España figura entre los países más atacados del mundo en el ámbito cibernético, lo que ha obligado al tejido empresarial a adoptar medidas que no solo se centran en prevenir incidentes, sino también en garantizar una respuesta ágil y eficaz tras cualquier brecha de seguridad.
Ciberseguro, parte de una estrategia más amplia
La contratación de ciberseguros no se produce de manera aislada, sino en convivencia con otras acciones clave. Entre las medidas más adoptadas por las empresas destacan:
- Equipos de respuesta a incidentes: implantados en el 61 % de las organizaciones.
- Copias de seguridad periódicas: realizadas por el 55 %.
- Planes de contingencia probados: desarrollados por el 52 % de las empresas.
- Contratación de expertos externos: implementada por el 40 %.
- Formación en ciberresiliencia: activa en el 38 % de los casos.
Este enfoque holístico refleja la consolidación de una cultura organizativa que integra la prevención con la capacidad de recuperación, un equilibrio cada vez más valorado en entornos altamente digitalizados y expuestos.
Confianza empresarial en aumento
Una de las conclusiones más llamativas del informe es el incremento de la confianza empresarial en su capacidad de resistir y recuperarse de un ataque. Mientras en 2023 solo el 62 % de las empresas españolas consideraba estar preparada, en 2024 esta cifra asciende al 83 %, lo que refleja un avance notable en percepción y preparación.
Además, el 54 % de las empresas afirma haber mejorado su ciberresiliencia en los últimos 12 meses, y el 78 % considera esta resiliencia digital como parte esencial de su estrategia empresarial a medio y largo plazo. Esta evolución indica un cambio profundo en el enfoque hacia la ciberseguridad, que ya no se percibe como un mero gasto, sino como una inversión crítica para la continuidad operativa.
Prioridades estratégicas para 2025
De cara al futuro, las compañías españolas planean reforzar sus capacidades digitales a través de varias líneas estratégicas, con un claro objetivo: proteger sus activos digitales y mantener la operatividad frente a un entorno de amenazas constante. Entre las prioridades destacadas para los próximos 12 meses figuran:
- Actualización de tecnologías de seguridad existentes (12 %).
- Mejora de la formación y concienciación del personal (12 %).
- Optimización de la detección de amenazas (12 %).
- Aumento del presupuesto en ciberseguridad (10 %).
- Implantación de nuevas políticas y procedimientos (10 %).
- Gestión del riesgo asociado a terceros (9 %).
- Auditorías de seguridad y pruebas de penetración periódicas (8 %).
Estas cifras muestran que el gasto en ciberseguridad deja de ser reactivo para convertirse en estratégico, orientado a consolidar una postura defensiva sólida ante un panorama de amenazas en constante evolución.
Ciberseguridad como activo competitivo
El ciberseguro no solo se presenta como una herramienta de respaldo financiero, sino como una palanca de resiliencia y recuperación que permite a las organizaciones volver a operar rápidamente tras un incidente. Su adopción, junto con políticas proactivas de protección y respuesta, refuerza la confianza de los clientes, los socios y los inversores, convirtiendo la ciberseguridad en un activo competitivo para las empresas.
En conclusión, 2024 marca un punto de inflexión en la forma en que las empresas españolas abordan su protección digital. La contratación de ciberseguros y el fortalecimiento de capacidades internas son señales claras de una evolución hacia modelos de seguridad digital más integrados, preparados y estratégicos, que ya no conciben la ciberseguridad como un coste, sino como un elemento clave para el éxito y la continuidad del negocio.
Fuente: Hiscox y cybersecuritynews