Elegir CPUs para servidores de bases de datos en 2025 sigue siendo un rompecabezas

Las bases de datos son uno de los pilares fundamentales de la informática moderna: almacenan, organizan y permiten recuperar la información que utilizan desde pequeñas aplicaciones hasta gigantes empresariales y servicios cloud globales. No es extraño que, en cada lanzamiento de procesadores para servidores, los fabricantes insistan en destacar su idoneidad para bases de datos. Sin embargo, la elección del CPU adecuado en 2025 es más compleja de lo que parece a simple vista.

En un reciente encuentro con administradores y responsables de infraestructura, algunos veían con entusiasmo la idea de desplegar procesadores de 192 núcleos, mientras otros confesaban tener pesadillas con semejante potencia cuando se trata de gestionar licencias. Esa dualidad resume el reto: rendimiento versus coste.


Qué entendemos por base de datos en 2025

Aunque la imagen clásica de una base de datos sigue siendo la relacional (Oracle, SQL Server, PostgreSQL, MySQL), hoy conviven múltiples tipologías:

  • Relacionales: críticas en entornos financieros, ERP o sistemas de gestión.
  • NoSQL: diseñadas para escalar horizontalmente, muy usadas en aplicaciones web y móviles.
  • In-memory: como SAP HANA, donde la memoria es la clave del rendimiento.
  • Vectoriales: cada vez más populares en entornos de IA, capaces de indexar embeddings de imágenes, audio o vídeo.
  • Series temporales y grafos: esenciales en IoT, monitorización y análisis de relaciones complejas.

Todas comparten elementos comunes: almacenamiento, organización y acceso a datos. Y ahí entran en juego CPU, memoria, red y almacenamiento como factores decisivos para el rendimiento.


El papel central del CPU

Los procesadores de servidor son el eje que conecta todos los recursos:

  • Cómputo: determinan la capacidad de procesamiento de consultas y transacciones.
  • Caché y jerarquía de memoria: fundamentales para mantener los núcleos alimentados de datos.
  • Interfaces de memoria: la velocidad y cantidad de canales DDR5 afectan directamente a bases de datos in-memory.
  • PCIe: necesario para almacenamiento NVMe, aceleradores o redes de alta velocidad.

Un ejemplo: un par de procesadores AMD EPYC 9965 con 192 núcleos, 12 canales de memoria DDR5-6400 y conectividad PCIe Gen5 podrían parecer la opción ideal para cualquier base de datos intensiva. Pero hay un factor crítico que cambia la ecuación: el coste de las licencias.


Licenciamiento: el factor oculto que define el hardware

En entornos empresariales, el coste del software supera con creces al del hardware. Algunos ejemplos actuales (septiembre de 2025):

  • Oracle Database: alrededor de 47.500 dólares por procesador como precio de lista, aunque con multiplicadores que reducen el cómputo de núcleos (AMD EPYC e Intel Xeon usan un factor 0,5).
  • Microsoft SQL Server 2022: aproximadamente 15.123 dólares por cada paquete de 2 núcleos.
  • SAP HANA: modelo de licenciamiento basado en la memoria instalada, lo que encarece especialmente los sistemas con gran capacidad RAM.

El resultado es que desplegar CPUs de altísima densidad puede disparar la factura en licencias, incluso aunque el hardware en sí tenga un coste relativamente bajo.


Gratuito no significa gratis

Frente a las bases de datos con licencias millonarias, existen opciones open source y sin coste de licencia como PostgreSQL, MySQL Community Edition, Redis o MariaDB, que dominan gran parte de los servicios en la nube y startups. Sin embargo, también aquí entran en juego los costes de soporte, consultoría y, en algunos casos, versiones “Enterprise” con funciones avanzadas.

Para cargas modernas como las bases de datos vectoriales o distribuidas, el modelo open source es predominante, pero no elimina la necesidad de elegir el CPU correcto para balancear densidad de núcleos, rendimiento por hilo y eficiencia energética.


Escenarios de decisión en 2025

  1. Bases de datos relacionales críticas (ERP, banca, sanidad)
    • Importa más licenciamiento por núcleo que el número total de cores.
    • Conviene apostar por CPUs con alto rendimiento por núcleo y menos densidad.
  2. Bases de datos in-memory (SAP HANA, Redis Enterprise)
    • La prioridad es la capacidad de memoria y ancho de banda.
    • CPUs con muchos canales DDR5/DDR6 y soporte CXL 2.0/3.0 marcan la diferencia.
  3. Bases de datos distribuidas y NoSQL (Cassandra, MongoDB)
    • Escalan horizontalmente, por lo que interesa más el coste por nodo que el por núcleo.
    • Procesadores con muchos núcleos y eficiencia energética pueden reducir el TCO.
  4. Bases de datos vectoriales para IA
    • El cuello de botella suele estar en la latencia de memoria y el acceso a GPU/acceleradores.
    • CPUs con conectividad PCIe Gen5/Gen6 y soporte para GPU Blackwell o MI300 son clave.

Más allá del rendimiento: la eficiencia energética

En 2025, el coste energético y la sostenibilidad pesan más que nunca. Un procesador con 192 núcleos que consuma 600 W puede suponer un problema en términos de densidad térmica y PUE del centro de datos. Las organizaciones no solo calculan el precio de licencias, sino también la factura eléctrica y las emisiones de CO₂.


Conclusión

La elección de CPUs para bases de datos en 2025 no se resume a “más núcleos, mejor rendimiento”. Es un delicado equilibrio entre:

  • Potencia de cómputo y memoria.
  • Coste de licencias y soporte.
  • Escalabilidad y arquitectura de la base de datos.
  • Eficiencia energética y sostenibilidad.

Los administradores de sistemas y arquitectos deben analizar cada carga de trabajo, modelo de negocio y estrategia de licenciamiento antes de decidir. Porque, en muchos casos, un CPU más modesto puede suponer ahorros de millones en licencias sin sacrificar el rendimiento real.

Making GREAT CPUs for Databases

Preguntas frecuentes

1. Qué procesadores son más adecuados para bases de datos Oracle en 2025?
Aquellos con menos núcleos y mayor rendimiento por hilo, como algunos modelos de AMD EPYC o Intel Xeon, ya que reducen el número de licencias necesarias.

2. Vale la pena usar CPUs de 192 núcleos para bases de datos?
Depende. Son muy útiles en NoSQL o bases distribuidas, pero pueden encarecer demasiado las licencias en entornos relacionales.

3. Qué papel juegan las GPUs en bases de datos modernas?
Cada vez mayor, sobre todo en bases vectoriales y cargas de IA. Los CPUs deben ofrecer conectividad PCIe Gen5/Gen6 y CXL para integrarse bien con aceleradores.

4. Qué alternativas existen para reducir costes de software?
Adoptar bases de datos open source como PostgreSQL o MySQL, o migrar a arquitecturas distribuidas donde el licenciamiento por nodo es más predecible.

vía: servethehome

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