Cada año, numerosos informes subrayan la creciente complejidad del panorama de seguridad. El «Informe sobre el coste de una vulneración de datos de 2023» de IBM destaca que «el coste medio de una vulneración de datos alcanzó un máximo histórico de casi 4,5 millones de euros en 2023». Este incremento refleja una tendencia alarmante y resalta la urgencia de mejorar las inversiones en seguridad.
Más del 51% de las organizaciones planean aumentar sus inversiones en seguridad en respuesta a la creciente inseguridad global, según el mismo informe. Sin embargo, estos datos a menudo se centran en grandes empresas, dejando a las pymes con la sensación de que están exentas. Pero, ¿cuál es el coste real de no invertir en seguridad para las pymes? Veamos los principales puntos de impacto:
1. Brechas de seguridad y pérdida de datos
Las brechas de seguridad pueden exponer información confidencial a actores malintencionados, quienes pueden usarla para diversos fines fraudulentos, desde la venta de datos hasta el espionaje industrial. Los ataques como el ransomware y la exfiltración de datos son ejemplos de cómo una brecha puede devastar una empresa.
En caso de violación de datos, se deben seguir estos pasos cruciales:
- Investigar el alcance de la violación.
- Notificar a la autoridad competente y a los clientes afectados en un plazo máximo de 72 horas.
2. Costes legales
La legislación europea, especialmente el GDPR, es muy estricta en cuanto a la protección de datos, con sanciones severas que pueden quebrar a una pyme. Tras una violación de datos, la empresa debe informar inmediatamente a las autoridades y a los usuarios afectados, lo que puede resultar en sanciones económicas y pérdida de confianza de los clientes, incrementando los costes operativos y legales.
3. Pérdida reputacional
Una fuga de información puede ser devastadora a nivel reputacional, especialmente si la brecha se hace pública sin previo aviso de la empresa. Esto puede llevar a que los clientes perciban a la empresa como poco segura, migrando a competidores más confiables. Es vital tener una estrategia de comunicación preparada y dejar que los profesionales de marketing manejen la divulgación, mientras el equipo técnico se enfoca en mitigar el daño.
4. Pérdida de ingresos
La interrupción operativa debido a un ataque puede detener la facturación y la adquisición de nuevos clientes. Además, la pérdida de confianza por parte de los clientes existentes puede resultar en una disminución significativa de los ingresos, poniendo en riesgo la supervivencia de la empresa.
5. Costes de recuperación
La recuperación de una brecha de seguridad no es sencilla y depende del nivel de preparación previo al incidente. Si la empresa no tiene copias de seguridad adecuadas, la recuperación puede ser lenta y costosa. La falta de preparación puede convertir una brecha manejable en un desastre total.
En resumen
No invertir en seguridad tiene un coste real y significativo para las pymes. Los impactos incluyen brechas de seguridad y pérdida de datos, costes legales, pérdida reputacional, pérdida de ingresos y altos costes de recuperación. Para mitigar estos riesgos, es crucial que las pymes implementen un enfoque proactivo en seguridad, con una estrategia de mejora continua que incremente su resiliencia frente a amenazas futuras.
Iniciar mejoras en la seguridad de la información, aunque sea de manera gradual, puede generar beneficios exponenciales en términos de protección y continuidad del negocio.