En un panorama cada vez más complejo de infraestructura tecnológica, los equipos de desarrollo deben elegir entre colocation, nube privada y nube pública. Cada opción ofrece ventajas distintas en rendimiento, escalabilidad, seguridad y control. ¿Cuál es la mejor elección en 2025?
En 2025, la elección de infraestructura para equipos de desarrollo ya no es una simple cuestión de coste. La irrupción de la inteligencia artificial generativa, el edge computing y las normativas de soberanía digital han obligado a repensar las estrategias de despliegue. Hoy, las empresas deben valorar criterios como latencia, integración CI/CD, cumplimiento normativo y flexibilidad.
A continuación, se examinan las tres principales opciones de infraestructura —colocation, nube privada y nube pública— y cómo se comparan en el contexto actual para los equipos de desarrollo.
1. Colocation: control total sin perder eficiencia energética
¿Qué es?
La colocación (colocation o housing) consiste en alojar servidores propios en un centro de datos externo. La empresa mantiene la propiedad del hardware, pero alquila el espacio físico, la conectividad y servicios auxiliares como refrigeración y seguridad.
Ventajas para DevOps:
- Control absoluto del hardware y red.
- Ideal para cargas de trabajo sensibles que requieren aislamiento físico.
- Baja latencia y posibilidad de conectarse directamente con proveedores cloud (cloud on-ramp).
- Infraestructura energética más eficiente y sostenible que on-premise tradicional.
Inconvenientes:
- Requiere inversión inicial alta en hardware.
- Menor elasticidad frente a picos de demanda.
- Requiere equipo técnico con competencias en gestión de infraestructura física.
Casos de uso destacados en 2025:
- Startups deeptech que desarrollan modelos de IA propietarios.
- Empresas fintech que buscan máxima seguridad física y cumplimiento regulatorio.
- Plataformas SaaS que requieren interconexión con varios clouds (multi-cloud).
2. Nube privada: rendimiento predecible y cumplimiento normativo
¿Qué es?
La nube privada es una infraestructura dedicada que puede estar alojada en las instalaciones del cliente o en un proveedor externo (como Stackscale (grupo aire), OVHcloud, Acens o Arsys). Aporta muchos beneficios del modelo cloud (automatización, orquestación, escalabilidad), pero en un entorno reservado para una sola empresa.
Ventajas para DevOps:
- Altos niveles de seguridad y aislamiento.
- Excelente para entornos CI/CD con requisitos normativos estrictos (RGPD, ISO 27001…).
- Compatibilidad con Kubernetes, Proxmox, OpenNebula, OpenStack o VMware para entornos modernos.
- Predecibilidad en costes y rendimiento.
Inconvenientes:
- Menor elasticidad frente a la nube pública.
- Escalar requiere coordinación con el proveedor.
- No siempre está disponible en todos los mercados locales.
Casos de uso destacados en 2025:
- Proyectos internos de I+D y entrenamiento de modelos de IA.
- Empresas europeas sujetas a soberanía digital y protección de datos.
- Equipos DevSecOps que valoran el control granular de recursos.
3. Nube pública: elasticidad sin precedentes, pero con riesgos ocultos
¿Qué es?
La nube pública (AWS, Google Cloud, Microsoft Azure, entre otras) proporciona recursos informáticos bajo demanda y facturación por uso. Es el modelo dominante en escalabilidad y agilidad, especialmente para desarrollos rápidos y entornos cambiantes.
Ventajas para DevOps:
- Despliegues instantáneos con herramientas como Terraform, Pulumi, Helm.
- Integración nativa con entornos DevOps, CI/CD y servicios gestionados (base de datos, colas, logs…).
- Modelo serverless y contenedores autogestionados como AWS Lambda o GKE Autopilot.
- Multi-región global inmediata.
Inconvenientes:
- Costes impredecibles si no se controla el consumo.
- Bloqueo de proveedor (vendor lock-in) frecuente.
- Preocupaciones crecientes por soberanía de datos y dependencia extracomunitaria.
Casos de uso destacados en 2025:
- Startups que necesitan escalar globalmente desde el día uno.
- Entornos de prueba o desarrollo volátiles.
- Aplicaciones web y móviles con picos de tráfico impredecibles.
Comparativa rápida: ¿Qué opción conviene más a tu equipo Dev?
| Característica | Colocation | Nube Privada | Nube Pública |
|---|---|---|---|
| Escalabilidad | Media | Alta (planificada) | Muy alta (instantánea) |
| Coste inicial | Alto | Medio | Bajo |
| Coste operativo | Bajo | Predecible | Variable / impredecible |
| Seguridad física | Muy alta | Alta | Media |
| Agilidad para DevOps | Media | Alta | Muy alta |
| Cumplimiento normativo | Excelente | Excelente | Media |
| Latencia / rendimiento | Muy alto | Alto | Variable |
| Integración multi-cloud / hybrid | Alta (con peering) | Alta | Variable |
| Soberanía digital | Control completo | Alta | Baja |
Tendencias 2025: hacia entornos híbridos y multicloud
En lugar de optar por una única solución, muchas empresas están adoptando estrategias híbridas que combinan lo mejor de cada mundo: desarrollo en nube pública, producción en nube privada, y almacenamiento crítico en colocation. Además, plataformas como VMware Cloud Foundation, Nutanix, Proxmox VE, OpenNebula o Anthos permiten gestionar cargas de trabajo entre diferentes entornos con políticas unificadas.
El auge de los bare-metal como servicio, los entornos Kubernetes multi-tenant y las nuevas normativas sobre datos (como NIS2 en Europa) están empujando a las organizaciones a repensar su arquitectura base para los próximos años.
Conclusión: no hay una única respuesta, pero sí una estrategia adecuada
En 2025, los equipos de desarrollo no eligen una infraestructura solamente por su coste o velocidad, sino por el equilibrio entre control, rendimiento, flexibilidad y cumplimiento. La nube pública sigue siendo ideal para acelerar proyectos, pero la nube privada y el colocation se consolidan como alternativas estratégicas para quienes buscan seguridad, rendimiento constante y cumplimiento legal.
Para los CTOs, DevOps y responsables de infraestructura, la clave está en evaluar con honestidad las prioridades de su negocio y seleccionar un proveedor que entienda tanto el lenguaje del desarrollo como los desafíos reales de la operación.
