Se descarta el ciberataque, se detectan fallos en el control de tensión y se anuncian medidas urgentes para reforzar la resiliencia del sistema eléctrico nacional
El Consejo de Ministros ha recibido hoy el informe del Comité de Análisis de la crisis eléctrica que afectó a toda la península el pasado 28 de abril. El documento, presentado por la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, concluye que el apagón masivo tuvo un origen multifactorial, desencadenado por un problema de sobretensión con fallos en el control y respuesta del sistema eléctrico.
El informe fue aprobado esta misma mañana por el Consejo de Seguridad Nacional y supone el análisis más exhaustivo realizado hasta la fecha en España sobre una emergencia energética de estas características. El Gobierno ha anunciado que aprobará la próxima semana un paquete de medidas para incrementar la robustez del sistema, tras analizar más de 300 GB de datos, 770 solicitudes de información y descartar la hipótesis de un ciberataque.
Una sucesión de fallos técnicos en cadena
La cronología detallada del incidente permite distinguir tres fases críticas:
- Fase 0: días previos con inestabilidad de tensión creciente.
- Fase 1 (12:03 h – 12:30 h): aparición de oscilaciones anómalas que provocan fluctuaciones de tensión y reacciones del operador que aumentan el problema.
- Fase 2 (12:32 – 12:33 h): subida rápida de la tensión y desconexión progresiva de centrales en varias provincias.
- Fase 3 (12:33 h): colapso total con pérdida de sincronización con Francia y cero eléctrico en toda la península.
La reposición del suministro, iniciada gracias a las interconexiones con Francia y Marruecos y al arranque de centrales hidroeléctricas autónomas, permitió que a las 22:00 horas se hubiera recuperado el 50 % de la demanda y el 99,95 % para las 7:00 del día siguiente.
Principales causas identificadas
El Comité ha identificado tres causas principales:
- Capacidad insuficiente de control de tensión: Se programó un número históricamente bajo de centrales síncronas capaces de estabilizar la tensión. Algunas no respondieron adecuadamente o incluso actuaron en contra de lo ordenado.
- Oscilaciones atípicas: La primera tuvo origen en la península y obligó a modificar la configuración de la red, dificultando aún más el control de tensión.
- Desconexión indebida de centrales: Varias plantas se desconectaron sin haberse alcanzado los umbrales establecidos, acelerando el colapso.
Además, se identificó que algunas protecciones del sistema, como los deslastres automáticos, contribuyeron involuntariamente al aumento de la sobretensión.
Recomendaciones clave
Entre las medidas propuestas por el Comité se incluyen:
- Refuerzo de la supervisión del cumplimiento normativo por parte de todos los agentes del sistema.
- Mejora de la capacidad de control de tensión y de respuesta ante oscilaciones.
- Implementación del procedimiento PO 7.4 para permitir que instalaciones asíncronas apliquen soluciones electrónicas.
- Aumento de la demanda flexible e industrial, mayor capacidad de almacenamiento y revisión de los servicios de ajuste.
- Incremento de la interconexión eléctrica con Francia y otros países vecinos como objetivo estratégico.
- En ciberseguridad, se propone acelerar la transposición normativa europea y aplicar medidas como segmentación de redes y sistemas de correlación de eventos.
Transparencia y consecuencias
El Comité ha lamentado las restricciones de acceso a información por parte de algunos agentes del sistema y ha anunciado que trasladará estos casos a la CNMC para que valore la apertura de procedimientos administrativos.
Sara Aagesen ha destacado que este informe “marca una hoja de ruta clara para prevenir incidentes similares en el futuro”, y ha subrayado la voluntad del Gobierno de actuar con celeridad: “En apenas 49 días hemos reunido un análisis riguroso que servirá para fortalecer el sistema eléctrico español”.
El Consejo de Ministros debatirá y aprobará la próxima semana las primeras medidas legislativas y operativas derivadas de este informe.
