Netflix acaba de cruzar un umbral simbólico: alrededor del 30 % de todo su streaming global ya se sirve con AV1, el códec de vídeo abierto impulsado por la Alliance for Open Media (AOMedia).
Detrás de ese porcentaje hay algo más que una simple actualización técnica. Es un cambio de fondo en cómo se comprimen, distribuyen y ven las series y películas en millones de pantallas. Y llega justo cuando la industria se prepara para el siguiente salto: AV2, el sucesor llamado a subir un peldaño más la eficiencia de la compresión de vídeo.
De H.264 al ecosistema AV1: una década de transición silenciosa
Durante años, el estándar de facto en streaming ha sido H.264/AVC, un códec maduro, muy compatible, pero cada vez más limitado frente a las exigencias de 4K, HDR, altas tasas de fotogramas y consumo masivo de datos. HEVC/H.265 mejoró la eficiencia, pero arrastra un problema: un esquema de licencias fragmentado y con múltiples grupos de patentes.
En 2015, Netflix y otros gigantes tecnológicos impulsaron AOMedia con un objetivo claro: desarrollar un códec moderno, eficiente y abierto. El resultado fue AV1, publicado en 2018 como un estándar pensado para ofrecer una ganancia de compresión significativa respecto a AVC y VP9, con un modelo de licencias libre de royalties de entrada.
Desde entonces, Netflix ha ido desplegando AV1 por fases:
- 2020: primeros streamings AV1 en Android, con decodificación por software usando la biblioteca dav1d.
- 2021–2022: salto a televisores inteligentes y dispositivos de gran pantalla con soporte por hardware, más tarde también navegadores.
- 2023–2025: expansión masiva del catálogo y de la compatibilidad en dispositivos, incluyendo chips recientes de Apple con decodificador AV1.
Hoy, según datos de la propia compañía, AV1 ya es el segundo códec más usado en la plataforma y está “en camino de convertirse en el primero” en los próximos años.
Qué gana Netflix (y el usuario) con AV1
El avance de AV1 no es una cuestión puramente teórica. Netflix ha publicado cifras que muestran un impacto directo en la experiencia diaria de sus abonados:
- Mejor calidad de imagen: las sesiones AV1 obtienen, de media, 4,3 puntos más de VMAF que AVC y 0,9 puntos más que HEVC, a igualdad de condiciones.
- Menos consumo de datos: los streamings en AV1 usan aproximadamente un tercio menos de ancho de banda que AVC y HEVC.
- Menos cortes: esa eficiencia se traduce en hasta un 45 % menos de interrupciones por buffering.
A eso se suma la capa “premium”:
- En HDR, Netflix está usando AV1 con HDR10+, lo que permite un mapeo de tonos dinámico, adaptado a cada escena y a las capacidades concretas de cada televisor. En horas vistas, el 85 % del catálogo HDR de la plataforma ya cuenta con AV1+HDR10+, y la empresa espera llegar prácticamente al 100 % en breve.
- Para contenidos con grano cinematográfico, AV1 incorpora Film Grain Synthesis (FGS): en lugar de codificar el grano fotograma a fotograma, se envían solo parámetros y el grano se reconstruye en el dispositivo. En pruebas internas, esta técnica ha permitido reducir el bitrate hasta en torno a un 60–66 % en títulos muy granulosos, manteniendo la intención artística.
En paralelo, la compañía está probando AV1 para streaming en directo y cloud gaming, dos terrenos donde cada milisegundo y cada megabit cuentan. Menos tamaño de fotograma significa menos latencia y más estabilidad cuando la red no acompaña.
El papel de los dispositivos: AV1 ya es casi omnipresente en la tele
El despliegue de un nuevo códec no depende solo de quien emite, también de quien recibe. Y ahí los números juegan a favor de AV1.
Entre 2021 y 2025, alrededor del 88 % de los dispositivos de gran pantalla (televisores, set-top boxes y sticks de streaming) enviados a certificación por parte de Netflix incluían decodificador AV1, la mayoría con capacidad de 4K a 60 fps. Desde 2023, prácticamente todos los equipos que pasan por ese proceso ya son compatibles.
Eso explica que AV1 haya pasado, en pocos años, de ser una curiosidad técnica a un pilar central de la infraestructura de vídeo de Netflix.
AV1, HEVC, H.264, AV2… así se comparan
A grandes rasgos, el escenario de códecs de vídeo para streaming premium puede resumirse así:
Tabla 1. Comparativa básica de códecs para streaming OTT
| Códec | Tipo/licencias | Objetivo principal | Ganancia de compresión aproximada vs H.264* | Estado actual en streaming |
|---|---|---|---|---|
| H.264 / AVC | Estándar con royalties | Compatibilidad universal, HD | – | Aún muy extendido, base histórica de Netflix y otras plataformas. |
| HEVC / H.265 | Estándar con varios patent pools | 4K, HDR, eficiencia mejor que AVC | ≈ 40–50 % según contenido y ajustes | Usado en UHD y HDR, pero con fricción por licencias. |
| AV1 | Códec abierto impulsado por AOMedia | Máxima eficiencia sin royalties de entrada, pensado para Internet | ≈ 30 % o más frente a AVC en muchas cargas de trabajo | Ya es el segundo códec más usado en Netflix y el preferido para nuevos dispositivos. |
| AV2 | Próximo códec abierto de AOMedia | Mayor eficiencia, mejor soporte para AR/VR, multiview y contenidos de pantalla | AOMedia habla de mejora “significativa” (sin cifra pública todavía) | Especificación prevista para finales de 2025; la adopción real llegará a medida que haya hardware y players compatibles. |
* Las ganancias dependen de contenido, configuraciones y métricas concretas, pero las cifras son coherentes con estimaciones de la industria.
Netflix hoy: tres códecs en juego, uno en ascenso
Aunque Netflix no ha abandonado H.264 ni HEVC —necesarios para dispositivos antiguos o escenarios concretos—, la foto actual se parece bastante a esto:
Tabla 2. Uso y efectos de códecs en Netflix (visión simplificada)
| Códec | Peso aproximado en visionado | Consumo de ancho de banda relativo | Calidad percibida (VMAF, relativo) | Efecto en buffering |
|---|---|---|---|---|
| AVC (H.264) | Sigue siendo el códec más usado, sobre todo en dispositivos legacy | 100 % (referencia) | Base | Base |
| HEVC (H.265) | Importante en títulos 4K/HDR cuando el dispositivo no soporta AV1 | ~70–75 % frente a H.264 | Mejor que AVC a igual tasa | Menos cortes que AVC en redes equivalentes |
| AV1 | ~30 % de todo el streaming, en rápido crecimiento | ~66 % (un tercio menos de datos que AVC/HEVC en promedio) | +4,3 puntos de VMAF frente a AVC y +0,9 frente a HEVC | Hasta un 45 % menos de interrupciones por buffering |
Datos basados en el último blog técnico de Netflix y resúmenes de analistas del sector.
El coste oculto: AV1 es más eficiente… pero mucho más caro de codificar
La otra cara de la moneda es el coste de procesamiento. Para conseguir esa eficiencia adicional, AV1 necesita mucho más tiempo de codificación que H.264. Análisis independientes hablan de factores entre 15 y 80 veces más lentos, según configuraciones y herramientas usadas.
Para un usuario doméstico, eso puede no compensar. Pero para actores como Netflix, YouTube o grandes plataformas de cloud gaming, el cálculo es distinto: el coste extra en CPU/GPU en sus granjas de codificación se compensa con:
- Menos tráfico en su propia red y en redes de los ISP.
- Menos picos de congestión.
- Mejor calidad y menos incidencias de soporte al cliente.
Con AV2, esa tensión se mantendrá: la promesa es más compresión aún, pero a cambio de una mayor complejidad que, en los primeros años, solo estará al alcance de quienes juegan en “primera división” del vídeo bajo demanda.
Qué aportará AV2… y por qué no hay que correr
Lo que se sabe hoy de AV2 es todavía parcial, pero AOMedia ya ha adelantado varias líneas maestras:
- Más eficiencia de compresión, con el objetivo de superar claramente a AV1.
- Mejor soporte para AR/VR, contenidos de pantalla y gráficos, y escenarios de pantalla dividida (ideal para deportes con múltiples señales o cámaras).
- Capacidad para operar en un rango de calidades muy amplio, desde móviles hasta grandes pantallas 8K.
En la práctica, esto significa que, si AV1 se está consolidando como el códec “generalista” para streaming abierto, AV2 podría convertirse en la herramienta preferente para experiencias más avanzadas, como deporte en directo con varias cámaras, realidad extendida o juegos en la nube con muchos elementos en pantalla.
Pero, incluso cuando la especificación quede cerrada a finales de 2025, AV2 tendrá que recorrer el mismo camino que AV1:
- Soporte en hardware (SoC de televisores, móviles, consolas, GPUs…).
- Implementaciones estables en navegadores y aplicaciones.
- Herramientas de codificación maduras y asumibles en coste energético.
Por eso, a corto y medio plazo, AV1 seguirá siendo el protagonista real del cambio de generación en vídeo en línea.
Más allá de Netflix: presión para toda la industria
Lo que hace Netflix raramente se queda dentro de su frontera. Que uno de los mayores generadores de tráfico de Internet empuje a AV1 —y se declare públicamente entusiasmado con AV2— manda un mensaje claro al resto del sector:
- A fabricantes de dispositivos: quien no implemente AV1 y prepare AV2 se arriesga a quedar fuera del catálogo premium de las grandes plataformas.
- A otros servicios de streaming: seguir solo con AVC y algo de HEVC será, progresivamente, menos competitivo en calidad, costes de ancho de banda y experiencia de usuario.
- A proveedores de redes y operadores: cada punto porcentual que gana AV1 reduce la presión sobre la infraestructura, un argumento clave en un contexto de tráfico creciente.
Mientras tanto, para el espectador, el cambio es silencioso: no hay que tocar nada en la cuenta, ni pagar más. Solo, con un poco de suerte, notar que las series se ven mejor, gastan menos datos y se cortan menos. Y eso, en la guerra de los códecs, es probablemente el mejor argumento de todos.
Fuente: Noticias Redes Sociales