La inteligencia artificial (IA) sigue transformando el panorama laboral, con un 32% de empleados en España que ya recurren a estas herramientas en su jornada diaria, según revela un reciente informe. Este dato refleja un aumento de 14 puntos porcentuales respecto a marzo de 2023 y de 9 puntos en comparación con diciembre del mismo año. La IA se consolida como un motor de cambio tanto en la creación de empleo como en la optimización de las formas de trabajar.
Un impacto transversal en el mercado laboral
Desde el lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2022, la IA ha pasado de ser una promesa tecnológica a convertirse en una realidad cotidiana. Su adopción está transformando todos los sectores productivos. Según un análisis del Fondo Monetario Internacional, cerca del 40% del empleo global está expuesto a la automatización impulsada por la IA, porcentaje que puede alcanzar el 60% en economías avanzadas.
Aunque su avance plantea riesgos, como la posible eliminación de ciertos roles, también abre oportunidades. Profesiones como ingeniero/a de machine learning han experimentado un crecimiento exponencial. En España, las ofertas para estos perfiles aumentaron un 625% desde 2019, según el informe de DigitalES.
Mónica Pérez, directora de Comunicación y Estudios de InfoJobs, subraya la importancia de un uso responsable: “La IA no solo mejora la eficiencia y productividad al reducir costes y automatizar tareas repetitivas, sino que también debe ser vista como un impulsor de nuevas oportunidades laborales. Sin embargo, es fundamental abordar los riesgos éticos y garantizar su uso adecuado”.
La IA, clave para transformar las formas de trabajar
El uso de la IA también está redefiniendo cómo trabajan los empleados. Herramientas de inteligencia artificial permiten aumentar la productividad hasta 4,8 veces en sectores con mayor exposición tecnológica, según el Barómetro Global de la IA en el Empleo 2024, elaborado por PwC.
Un dato revelador del informe es que el uso de herramientas de IA por parte de trabajadores ha pasado del 18% en marzo de 2023 al 32% en la actualidad. Sin embargo, aún persisten desafíos: el 68% de los encuestados señala no utilizar herramientas de IA, y de estos, un 46% afirma desconocerlas.
El perfil del usuario de inteligencia artificial
El estudio describe al usuario típico de IA como un hombre (36%) menor de 35 años (62% tiene entre 16 y 34 años) y teletrabajador (51%). Por sectores, el uso de la IA destaca en los ámbitos cuaternarios y quinarios, como tecnología, educación o investigación, donde un 40% de los empleados afirma emplearla.
En cambio, el uso es notablemente menor en sectores tradicionales, como el primario y el secundario, y entre trabajadores mayores de 35 años, donde solo el 28% utiliza estas herramientas.
Las herramientas más populares: traducción automática y chatbots
Entre las herramientas más empleadas, la traducción automática lidera con un 62% de usuarios. Le siguen los chatbots, como ChatGPT, con un 37%, y los asistentes de voz, con un 27%. Sin embargo, las aplicaciones relacionadas con programación y diseño creativo siguen teniendo una baja adopción, alcanzando apenas el 6% y el 5% respectivamente.
Falta de estrategias empresariales: un 29% de usuarios usa IA sin conocimiento de su empresa
Un hallazgo preocupante es que casi un tercio (29%) de los empleados que utilizan IA afirman que sus empresas desconocen que lo hacen. Este dato refleja una falta de integración estratégica en algunas organizaciones, especialmente en sectores más tradicionales.
En contraposición, empresas de sectores tecnológicos tienen una mayor comprensión del impacto de la IA, como lo demuestran los altos niveles de conocimiento y promoción en sectores cuaternarios.
Una herramienta de transformación con retos pendientes
La inteligencia artificial está marcando un punto de inflexión en el mercado laboral, desde la creación de nuevos puestos hasta la mejora de la productividad y la eficiencia. No obstante, el informe destaca la necesidad de que las empresas se adapten rápidamente, fomentando la formación en estas tecnologías y rompiendo las barreras en sectores menos tecnificados.
La disrupción de la IA es innegable, pero su implementación debe ir acompañada de un enfoque ético y estratégico que permita maximizar sus beneficios y minimizar sus riesgos.
