Anthropic, la compañía de inteligencia artificial creadora de Claude, ha dado un paso decisivo para saltar a los mercados públicos. La empresa ha contratado al prestigioso despacho Wilson Sonsini Goodrich & Rosati (WSGR), uno de los bufetes de referencia en Silicon Valley para salidas a bolsa tecnológicas, para preparar una potencial OPV (oferta pública de venta) en Estados Unidos.
Según fuentes cercanas citadas por la prensa económica internacional, Anthropic también mantiene conversaciones preliminares con varios bancos de inversión para analizar el mejor momento y la estructura de una posible colocación. De momento, el consejo de administración no ha tomado una decisión definitiva ni existe un calendario cerrado, pero el movimiento confirma que la compañía se está posicionando para cotizar en bolsa en los próximos años.
Una “startup” de IA con valor de gigante
Aunque nació en 2021 como una alternativa más prudente y enfocada en la seguridad frente a otros actores de la IA generativa, Anthropic se ha convertido en una de las empresas privadas más valiosas del mundo. En 2025, la compañía cerró una ronda de financiación Serie F de 13.000 millones de dólares que elevó su valoración hasta aproximadamente 183.000 millones de dólares, liderada por ICONIQ Capital y con participación de fondos como Fidelity, Lightspeed, Coatue, Qatar Investment Authority o Blackstone, entre otros.
El negocio también crece al ritmo de las grandes tecnológicas. De acuerdo con datos publicados en esa misma ronda, los ingresos anuales recurrentes (ARR) de Anthropic habrían pasado de unos 1.000 millones de dólares a comienzos de 2025 a más de 5.000 millones en agosto del mismo año, impulsados por la adopción de sus modelos Claude por parte de empresas de sectores como banca, retail, seguros, administración pública o desarrollo de software.
A este músculo financiero se suma el respaldo de socios estratégicos. Amazon se ha comprometido a invertir hasta 4.000 millones de dólares en Anthropic, con una combinación de pagarés convertibles y opciones futuras, a cambio de consolidar a AWS como uno de los proveedores de infraestructura clave para entrenar y desplegar los modelos de la compañía.
La carrera bursátil de la IA: Anthropic vs OpenAI
La posible OPV de Anthropic se inscribe en una nueva fase de la fiebre de la IA generativa: la batalla por conquistar también los mercados de capitales. Mientras OpenAI explora fórmulas para monetizar su crecimiento a través de ampliaciones de capital, ventas secundarias y, eventualmente, una salida a bolsa, Anthropic se mueve para no quedarse atrás en la narrativa de “los campeones de la IA” que quieren seducir a los inversores institucionales.
Para Wall Street, el atractivo es evidente: se trata de compañías que combinan crecimientos de dos y tres dígitos en ingresos, márgenes potencialmente altos a largo plazo y un papel central en la transformación digital de empresas y gobiernos. Para Anthropic, cotizar supondría acceder a una fuente de financiación adicional para seguir entrenando modelos cada vez más complejos —con costes de hardware y energía que se disparan— y reforzar su independencia frente a los gigantes que hoy son socios e inversores.
Sin embargo, el contexto también es exigente. Los reguladores estadounidenses y europeos observan con lupa el impacto de la IA en la competencia, la privacidad y el empleo; los bancos centrales mantienen un entorno de tipos que encarece el capital, y el mercado ya ha empezado a diferenciar entre proyectos sólidos y apuestas puramente especulativas en el sector.
Qué puede cambiar una OPV de Anthropic
Si la salida a bolsa se materializa, el sector tecnológico podría vivir un nuevo “momento referencia”, similar al que supusieron en su día las OPV de compañías como Nvidia o, más recientemente, de proveedores de infraestructura de IA en la nube. Una Anthropic cotizada permitiría a analistas e inversores seguir trimestre a trimestre los números de uno de los grandes actores de la IA generativa, aportando más transparencia sobre márgenes, costes de computación, estructura de clientes y ritmo de innovación.
Para las empresas usuarias, el efecto sería más indirecto, pero relevante: una base de capital más amplia puede acelerar el roadmap de producto, mejorar los acuerdos de nivel de servicio (SLA) y reforzar la estabilidad a largo plazo de la compañía. Para los competidores —desde OpenAI hasta modelos de código abierto respaldados por otros grupos tecnológicos—, la presión aumentará: el mercado empezará a comparar de forma sistemática ingresos, costes y velocidad de ejecución.
En cualquier caso, el movimiento de Anthropic confirma que la IA generativa ha pasado de la fase experimental a un escenario en el que las grandes decisiones se toman también en los parqués bursátiles.
Preguntas frecuentes sobre la posible salida a bolsa de Anthropic
¿Qué es Anthropic y por qué es relevante en inteligencia artificial?
Anthropic es una empresa de IA fundada por antiguos miembros de OpenAI y conocida por sus modelos Claude, enfocados en seguridad y control de riesgos. Se ha convertido en uno de los actores clave de la IA generativa y ya factura miles de millones de dólares al año.
¿Por qué Anthropic está preparando una OPV (salida a bolsa)?
La compañía busca abrirse el acceso a más capital para financiar entrenamientos de modelos cada vez más grandes, infraestructura en la nube y expansión internacional. Contratar a un despacho especializado y hablar con bancos es el primer paso habitual antes de una OPV tecnológica.
¿En qué se diferencia Anthropic de OpenAI a ojos de los inversores?
Aunque compiten en el mismo segmento, Anthropic se posiciona con un discurso muy centrado en la seguridad, la gobernanza de la IA y el cumplimiento regulatorio. Para los inversores, eso puede percibirse como un matiz relevante frente a otras propuestas, además de su cartera de clientes y socios estratégicos.
¿Qué supone para las empresas que usan Claude que Anthropic cotice en bolsa?
En principio, no cambia el funcionamiento cotidiano de los servicios, pero sí puede aportar más transparencia financiera, más presión para innovar y, potencialmente, más estabilidad a largo plazo si la empresa consolida una base de capital amplia y diversificada.