Europa acaba de mover ficha en la carrera mundial por la supercomputación y la inteligencia artificial. AMD y Eviden, la marca de productos del grupo Atos, han sido seleccionadas para construir Alice Recoque, el primer superordenador exascale de Francia y el segundo de Europa, pensado no solo para hacer ciencia de primer nivel, sino también para funcionar como una auténtica “fábrica de IA” al servicio del continente.
El sistema, que costará en torno a 554 millones de euros, promete más de un exaflop de rendimiento en doble precisión, una eficiencia energética muy por encima de otros sistemas similares y una arquitectura diseñada explícitamente para impulsar la llamada IA soberana europea: modelos entrenados y ejecutados en infraestructuras bajo control europeo, con datos y capacidades estratégicas dentro de sus propias fronteras.
Un salto de escala para la ciencia y la IA en Europa
Alice Recoque se instalará en el gran centro de cálculo del CEA en Francia, liderado por GENCI (Grand équipement national de calcul intensif) y operado por el propio organismo francés de energía atómica y energías alternativas. Será el segundo sistema exascale europeo, después del superordenador Jupiter en Alemania, y aspira a convertirse en una referencia global para el cálculo científico y la IA de frontera.
Un exaflop equivale a un trillón de operaciones de coma flotante por segundo. Es una cifra difícil de imaginar: más cálculos por segundo de los que toda la humanidad podría hacer a mano en varios años. Ese salto de capacidad permitirá a los equipos de investigación abordar simulaciones y modelos que hasta ahora eran directamente inviables o requerían semanas de tiempo de máquina.
El proyecto se enmarca en el esfuerzo coordinado de la Unión Europea por reforzar su infraestructura de alto rendimiento a través de la iniciativa EuroHPC y del programa Digital Europe, con el foco puesto en tres ejes: soberanía tecnológica, competitividad industrial y transición verde.
Un consorcio europeo y un presupuesto de 554 millones
El desarrollo de Alice Recoque no es un proyecto aislado, sino la punta de lanza de un consorcio europeo, el denominado Jules Verne, liderado por Francia a través de GENCI y CEA, con la participación de SURF (Países Bajos) y GRNET (Grecia).
La financiación combina fondos de la empresa conjunta EuroHPC (EuroHPC JU) —el instrumento europeo para cofinanciar superordenadores estratégicos— y aportaciones de los países participantes a través del consorcio. En total, el coste del proyecto se sitúa en unos 554 millones de euros, que incluyen la adquisición, instalación, puesta en marcha, operación y evolución del sistema durante su vida útil.
La apuesta tiene una lectura política clara: en un contexto en el que Estados Unidos y China compiten por dominar la infraestructura de cómputo para IA, la Unión Europea quiere disponer de capacidades propias para entrenar modelos avanzados sin depender por completo de centros de datos comerciales fuera de su jurisdicción.
Un “AI-HPC Factory” con corazón de chips AMD
Alice Recoque está diseñada explícitamente como una “AI-HPC Factory”, una fábrica de soluciones que combina tres pilares: simulación de alto rendimiento (HPC), análisis masivo de datos e inteligencia artificial.
En el plano técnico, el sistema se apoyará en:
- CPUs AMD EPYC de nueva generación, con nombre en clave “Venice”, orientadas a cargas de trabajo intensivas en memoria y cálculo.
- GPUs AMD Instinct MI430X, una nueva generación de aceleradores de la serie MI400, diseñados específicamente para IA soberana y cómputo científico.
- FPGAs de AMD, para tareas de aceleración especializada y orquestación.
- Red BXI de Eviden, una interconexión de alto rendimiento que unirá todos los nodos de cálculo.
- Plataforma BullSequana XH3500, la última generación de racks de supercomputación de Eviden, junto con almacenamiento DDN de alta capacidad.
En conjunto, el sistema estará formado por 94 racks y superará el exaflop de rendimiento HPL (la métrica utilizada en la lista Top500 para medir superordenadores en doble precisión). Además, ofrecerá una capacidad de memoria excepcional, un factor clave tanto para simulaciones complejas como para grandes modelos de IA.
Menos racks, menos energía: eficiencia como arma estratégica
Uno de los puntos en los que AMD y Eviden ponen más énfasis es la eficiencia energética. Según las especificaciones del proyecto, la arquitectura permitirá:
- Utilizar aproximadamente un 25 % menos de racks y componentes que otros sistemas exascale comparables.
- Lograr hasta un 50 % de mejor eficiencia energética por GPU, gracias a la combinación de las MI430X y al diseño de la plataforma.
Cada GPU AMD Instinct MI430X integra 432 GB de memoria HBM4 y un ancho de banda de 19,6 TB/s, además de soporte para formatos numéricos avanzados orientados a IA como FP4 y FP8. Estos formatos permiten entrenar y ejecutar modelos de inteligencia artificial gigantescos consumiendo menos energía y ocupando menos memoria, sin sacrificar precisión en las etapas críticas.
La eficiencia no se queda en los chips. Eviden incorporará:
- Argos, su software inteligente de monitorización y optimización energética en tiempo real, que ajusta el consumo en función de las cargas de trabajo y condiciones de operación.
- Su quinta generación de refrigeración líquida directa, que utiliza agua templada para extraer el calor del 100 % de los componentes críticos en cada rack, reduciendo la necesidad de sistemas de climatización tradicionales y mejorando la huella medioambiental.
El resultado es un superordenador que no solo compite en potencia bruta, sino que se alinea con los objetivos de computación verde que Bruselas y los estados miembros están exigiendo cada vez más a los grandes centros de datos.
De la crisis climática a la medicina personalizada
Más allá de las cifras, la clave está en qué se hará con esta máquina. Alice Recoque está concebido para abordar algunos de los grandes retos europeos:
- Modelización climática avanzada, para simular escenarios de cambio climático, eventos extremos, impacto de políticas de descarbonización y evolución de los océanos y la atmósfera con una resolución sin precedentes.
- Nuevos materiales y energía, acelerando el diseño de aleaciones, baterías, catalizadores y componentes críticos para la transición energética y la industria avanzada.
- Gemelos digitales en medicina, creando modelos computacionales detallados de órganos, tejidos o incluso pacientes completos, con el objetivo de avanzar hacia una medicina más personalizada y preventiva.
- IA europea de próxima generación, entrenando modelos de lenguaje, visión y multimodales adaptados a los idiomas y marcos regulatorios europeos, con especial foco en el cumplimiento normativo y la protección de datos.
La integración de simulación, análisis de datos e IA permitirá, por ejemplo, combinar modelos físicos del clima con modelos de IA que aprendan de datos históricos y de observación, o utilizar gemelos digitales de fábricas y ciudades conectados a modelos de decisión autónomos.
Soberanía digital: más que un superordenador
Los responsables de AMD y Eviden insisten en el mensaje de la soberanía. Alice Recoque no se presenta solo como una máquina rápida, sino como una pieza clave de la autonomía europea en ámbitos estratégicos:
- Datos y modelos entrenados en suelo europeo, sujetos a la normativa comunitaria de protección de datos y a los futuros marcos de IA.
- Tecnología con fuerte huella europea, gracias al papel de Eviden, a la participación de centros como CEA y GENCI, y al encaje en la estrategia EuroHPC.
- Capacidad para competir en la carrera global de IA, no solo utilizando servicios de terceros, sino creando y gobernando infraestructuras propias.
En paralelo, el proyecto se apoya en la trayectoria de AMD, que lleva más de 55 años desarrollando procesadores y soluciones de alto rendimiento, y de Eviden y Atos Group, que suman décadas de experiencia en supercomputación, ciberseguridad y sistemas críticos.
La combinación de ambición científica, inversión coordinada y un enfoque claro en eficiencia energética sitúa a Alice Recoque como uno de los proyectos más emblemáticos de la nueva ola de supercomputadores exascale en Europa.
Preguntas frecuentes sobre Alice Recoque y la nueva supercomputación exascale en Europa
¿Qué es el superordenador exascale Alice Recoque y por qué se considera estratégico para Europa?
Alice Recoque es un superordenador de próxima generación que superará el exaflop de rendimiento en doble precisión, lo que lo convierte en el primer sistema exascale de Francia y el segundo de Europa. Su importancia radica en que permitirá abordar simulaciones científicas e industriales de enorme complejidad y, al mismo tiempo, entrenar grandes modelos de inteligencia artificial dentro de una infraestructura europea, alineada con los objetivos de soberanía digital y transición verde.
¿Qué hardware utilizará Alice Recoque (CPU, GPU, memoria y red)?
El sistema estará basado en procesadores AMD EPYC de nueva generación con nombre en clave “Venice”, aceleradores AMD Instinct MI430X de la serie MI400, FPGAs de AMD y la plataforma BullSequana XH3500 de Eviden, conectada mediante su red BXI de alto rendimiento. Cada GPU MI430X integrará 432 GB de memoria HBM4 y ofrecerá 19,6 TB/s de ancho de banda, con soporte para formatos FP4 y FP8 optimizados para IA, todo ello repartido en 94 racks con almacenamiento DDN de alta capacidad.
¿Cómo contribuye Alice Recoque a la llamada “IA soberana” europea?
Al estar financiado y gobernado a través de EuroHPC y el consorcio Jules Verne, Alice Recoque ofrecerá a investigadores e industrias europeas una infraestructura de enorme potencia bajo control regulatorio europeo. Esto permite entrenar y desplegar modelos de IA avanzados —desde modelos de lenguaje hasta sistemas para clima, energía o salud— sin depender por completo de nubes comerciales extracomunitarias, reforzando la autonomía tecnológica y el cumplimiento de la normativa europea en materia de datos e inteligencia artificial.
¿Qué papel juega la eficiencia energética en el diseño de Alice Recoque?
La eficiencia energética es uno de los pilares del proyecto. La arquitectura propuesta por Eviden y AMD permitirá alcanzar el exaflop utilizando alrededor de un 25 % menos de racks y componentes que otros sistemas exascale comparables, y hasta un 50 % de mejor eficiencia por GPU. Esto se consigue gracias a las GPUs MI430X, a la memoria HBM4 de alta densidad, a la refrigeración líquida directa de quinta generación que enfría el 100 % de los componentes críticos con agua templada, y al software Argos, que monitoriza y optimiza el consumo en tiempo real. Todo ello se alinea con los objetivos europeos de computación sostenible y reducción de huella de carbono en los grandes centros de datos científicos.