Aunque se multiplican las inversiones y los objetivos políticos son ambiciosos, Alemania sigue siendo un país de DSL. Y todo apunta a que lo seguirá siendo durante varios años más.
La transformación digital de Alemania, especialmente en lo que respecta al acceso a Internet de alta velocidad, está avanzando con lentitud. Según el análisis de mercado 2025 elaborado por la Asociación de Empresas de Telecomunicaciones y Servicios de Valor Añadido (VATM), la fibra óptica aún no ha logrado imponerse frente al envejecido sistema de conexiones de cobre basado en DSL, que sigue siendo la tecnología dominante en la mayoría de los hogares alemanes.
El DSL sigue mandando, aunque está técnicamente agotado
De los 39,2 millones de líneas fijas activas en Alemania, unas 23 millones son conexiones DSL, lo que equivale a casi un 59 % del total. En contraste, apenas 6,1 millones están conectadas mediante fibra óptica (FTTH/B), una cifra todavía modesta si se compara con otros países europeos más avanzados en digitalización.
La situación es paradójica: aunque la tecnología DSL está técnicamente obsoleta y sus componentes cada vez más escasos, no hay presión suficiente para que los usuarios migren a tecnologías más modernas como la fibra. Las conexiones VDSL actuales, con velocidades de hasta 250 Mbps en bajada, son suficientes para la mayoría de los hogares, incluso para servicios exigentes como el streaming en 4K.
Los “homes passed” no significan hogares conectados
Aunque tanto Telekom como sus competidores están invirtiendo fuertemente en el despliegue de redes de fibra, el número de hogares realmente conectados (homes activated) sigue siendo bajo. Deutsche Telekom espera alcanzar a finales de 2025 un total de 12,6 millones de hogares pasados por su red de fibra, pero solo 2 millones tendrán el servicio realmente contratado.
En cambio, los operadores alternativos (como Vodafone, 1&1, Deutsche Glasfaser o EWE TEL) prevén llegar a 12,2 millones de hogares pasados, con una tasa de activación mayor: 3,7 millones de clientes activos en fibra en 2024, lo que representa el 33,6 % frente al 14,9 % de Telekom.
Esto revela una estrategia preocupante: Telekom estaría desplegando fibra no tanto para conectar hogares, sino como preparación para el futuro apagado del cobre, lo que consolidaría aún más su dominio sobre la infraestructura fija.
El obstáculo de las zonas rentables… y del marketing agresivo
Otro de los retos que enfrentan los operadores es la escasez de zonas rentables para ampliar su red. Las áreas más atractivas ya están siendo disputadas, y muchas pequeñas operadoras locales difícilmente podrán sobrevivir en este entorno tan competitivo.
Además, el modelo comercial basado en ventas puerta a puerta genera rechazo. Casos como el de Deutsche Wohnen —propiedad de Vonovia— que prohibió a Deutsche Telekom hacer ventas presenciales en sus propiedades, evidencian la falta de confianza de los usuarios. Aunque se han establecido códigos de conducta mínimos (como el “door-to-door code” de VATM), la reputación del canal sigue siendo un problema.
¿Consolidación a la vista?
El director general de VATM, Frederic Ufer, advierte que no es sostenible mantener a más de 270 proveedores de fibra óptica a largo plazo: “Este es un negocio de escala. Solo es rentable con cientos de miles o millones de clientes”. En su opinión, muchos operadores municipales o regionales acabarán abandonando el mercado o reconvirtiéndose como proveedores pasivos de infraestructura.
DSL hasta 2030: el gran bloqueo alemán
A pesar de los avances en despliegue de fibra y el aumento del consumo de datos (que ha pasado de 321,5 GB a 342,7 GB mensuales por línea fija en un año), la falta de presión política y de incentivos claros hace que el DSL siga como tecnología dominante al menos hasta 2030, según todos los escenarios contemplados por VATM.
En resumen: Alemania ha logrado avanzar en infraestructura, pero no en adopción real. Sin medidas más decididas y una estrategia de migración efectiva, la revolución de la fibra óptica seguirá enterrada… bajo kilómetros de cobre.
vía: informe VATM