Akamai y Visa se alían para “poner DNI” a los agentes de IA que compran online

Akamai Technologies (NASDAQ: AKAM) y Visa han anunciado una colaboración estratégica para reforzar identidad, reconocimiento de usuario y controles antifraude en lo que ambas compañías describen como la próxima ola del comercio digital: el agentic commerce, un escenario en el que agentes de Inteligencia Artificial navegan, comparan y ejecutan compras en nombre de las personas.

El punto de partida es sencillo, pero incómodo para cualquier tienda online: a medida que crece el tráfico automatizado “legítimo” (agentes que compran con permiso), también crece la dificultad de separar ese tráfico del automatizado “malicioso” (bots de fraude, scraping, abuso de promociones o ataques). La propuesta de Akamai y Visa busca resolver precisamente esa frontera difusa: que un comercio pueda verificar quién es el agente, qué intención trae, y a qué usuario real representa, sin perder el control sobre la seguridad, la personalización y la experiencia de checkout.

Qué aporta cada uno: protocolo de Visa + inteligencia en el edge de Akamai

La alianza se articula alrededor del Visa Trusted Agent Protocol, un marco de autenticación pensado para que los agentes de IA puedan demostrar que están autorizados para una misión concreta (por ejemplo, “comprar X producto con un límite de gasto”), aportar señales sobre el consumidor al que representan y encajar el pago en el flujo preferido por el comercio (incluyendo opciones como tokens de red o micropagos, según el caso).

Akamai, por su parte, integra ese protocolo con capacidades que ya utiliza en entornos de e-commerce a gran escala: inteligencia de comportamiento en el edge, reconocimiento de usuario y protección frente a bots y abuso. La idea es que el comercio reciba señales “antes” de que la interacción toque sistemas sensibles, y que pueda tratar de forma distinta a un agente verificado frente a un bot que intenta colarse.

Patrick Sullivan, CTO de Security Strategy en Akamai, lo resumió como el “problema de la doble identidad”: probar quién es el agente y, sobre todo, quién es la persona detrás. Por parte de Visa, Jack Forestell (Chief Product & Strategy Officer) insistió en que el agentic commerce solo puede escalar si el ecosistema confía en los agentes que participan en él.

Por qué ahora: bots de IA, presión en retail y un nuevo “tipo” de tráfico

El telón de fondo es el aumento del fraude y el abuso automatizado. Akamai cita en su comunicado su 2025 Digital Fraud and Abuse Report, donde afirma que el tráfico de bots impulsados por IA se ha disparado un 300% interanual y que el sector comercio llegó a ver más de 25.000 millones de solicitudes de bots de IA en un periodo de dos meses. Son cifras que, aunque agregadas, sirven para entender por qué los comercios miran con recelo cualquier automatización que no puedan clasificar y controlar.

En paralelo, Visa lleva meses empujando la idea de un protocolo estándar para que los agentes puedan operar “con credenciales” sin convertir el checkout en un agujero de seguridad o en una guerra de integraciones ad hoc. Medios como Axios han enmarcado esta tendencia como el intento de “poner reglas” a cómo los agentes interactúan con pagos y comercios, con partners tecnológicos en el perímetro de la web.

La promesa (y el interés comercial): aceptar agentes sin abrir la puerta al fraude

Akamai y Visa aseguran que la colaboración permitirá a los comercios:

  • Identificar mejor al agente y su intención (no es lo mismo navegar que ejecutar un pago), combinando señales del protocolo con detección de anomalías y análisis de comportamiento.
  • Vincular agente y usuario subyacente manteniendo contexto de riesgo, señales de confianza e información de cuenta que se usa para prevenir fraude.
  • Asegurar pagos más previsibles en un mundo donde el “comprador” ya no siempre es un humano con navegador, sino un agente actuando bajo límites y permisos.

El movimiento también tiene una lectura de escala: Visa sostiene que el diseño del protocolo busca minimizar cambios de infraestructura y UX, con el objetivo de facilitar adopción en su red global de aceptación, que cifra en 175 millones de ubicaciones comerciales. Akamai añade otra señal de peso: afirma que 9 de los 10 mayores retailers del mundo se apoyan en su plataforma para rendimiento y protección del comercio digital.

Un mercado que se está moviendo… pero aún sin “manual definitivo”

Aunque el anuncio encaja en la narrativa de “la siguiente era” del e-commerce, el agentic commerce todavía está en fase de definición: ¿qué datos mínimos debe compartir un agente para ser confiable? ¿cómo se auditan límites y consentimiento? ¿qué pasa si un agente verificado se comporta de forma anómala por un fallo del modelo o por un prompt malicioso?

Ahí es donde la colaboración Akamai-Visa intenta posicionarse: no como una capa de marketing, sino como una capa operativa de identidad y antifraude en el perímetro, donde se filtra y clasifica el tráfico. Y si esa capa funciona, el incentivo para los comercios es claro: aceptar automatización “buena” (más conversiones, más comodidad) sin pagar el precio de más fraude, más devoluciones o más abuso de promociones.

vía: akamai

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