El kernel de Linux lleva entre nosotros más de 30 años. A lo largo de todo este tiempo, Linux ha pasado de ser un proyecto para aficionados, a convertirse en el líder dentro del mercado de servidores y empresas. En la actualidad, Linux está preparado para servir como base de la industria para su movimiento hacia la computación nativa de la nube, al mismo tiempo que impulsa la migración de la empresa a la arquitectura de edge computing.
¿Cómo se ha llegado a este punto? ¿Por qué el intento inicial de Linus Torvald de crear un kernel casero se ha convertido en una pieza de infraestructura tan importante para las necesidades informáticas del mundo?
Resulta tentador hacer una retrospectiva paso a paso de la historia de Linux desde 1991 hasta el presente para encontrar las respuestas, pero no es necesario. Brian Exelbierd, Business Strategist for Communities and Developers para Red Hat Enterprise Linux (RHEL) de Red Hat detalla 3 características implícitas del kernel de Linux que explican cómo lo han hecho excepcionalmente bien adaptándolo al nicho de la empresa y la razón por la que el futuro parece brillante para los Linux OSes en la empresa:
Linux se adapta a la audiencia
La popularidad de Linux en la comunidad del código abierto se podría atribuir a los efectos de red: los incentivos son para atraer a la gente hacia un kernel en el ecosistema del código abierto, ya que permite un mayor ámbito de colaboración. Como uno de los primeros impulsores del código abierto, Linux fue naturalmente un foco importante de reunión de desarrolladores y de atención.
Desde el principio, Linux fue un proyecto de código abierto, anterior incluso al uso del término «código abierto». Esto significó que el kernel de Linux atrajo a una audiencia consolidada de personas a las que les gusta juguetear con su sistema operativo y su software. No por casualidad, se trata del mismo grupo de personas que tienden a especializarse en informática y TI y que se incorporan a la plantilla de las empresas.
Los equipos de TI de las empresas se encontraron entonces con que necesitaban una infraestructura compleja, con capacidad para escalar y a medida para satisfacer sus necesidades empresariales. Esto a menudo descartaba al software propietario, dado que muchas organizaciones necesitaban acceder con facilidad al core de su stack de software para garantizar que su infraestructura cumpla con las necesidades de la organización.
Como resultado, el código abierto se convirtió en el mejor candidato disponible para los equipos, y la popularidad de Linux como uno de los kernels de código abierto líderes y más completos en cuanto a características, lo hizo destacar en ese campo. Dado que muchas personas de los equipos de la empresa habían conocido Linux en los laboratorios de informática o durante su tiempo libre, se convirtió en una opción natural que se recomendaba y luego se adoptó como parte de la infraestructura de la empresa.
Linux abstrae lo esencial
¿Por qué fue Linux el kernel de código abierto que acabó siendo el centro de una contribución significativa y de una adopción masiva? Es probable que se deba a que, en el cambio de milenio, Linux destacaba entre sus compañeros por su longevidad. El proyecto había atraído a un núcleo de colaboradores y construido una estructura que apoyaba una mayor contribución.
El quid de todo esto se reduce a lo bien que el proyecto Linux consiguió realizar la principal tarea del kernel, que es abstraer los detalles del sistema operativo. Esto permitió a los equipos centrarse en las tareas y los flujos de trabajo que aportan valor a su organización, en lugar de tener que dedicar tiempo a reinventar la rueda para su propia implantación.
Lo más atractivo de Linux es lo bien que maneja la abstracción. Por lo general, manipular los componentes subyacentes es una forma segura de romper la totalidad de un sistema operativo que se asienta sobre él. El kernel de Linux, por el contrario, está organizado de forma muy robusta y es, en muchos aspectos, bastante modular. Esto significa que a los desarrolladores les resulta mucho menos arriesgado modificar el comportamiento del kernel para ampliar o añadir funcionalidad. Esto les permite realizar un nivel de «cirugía de precisión» con su software de infraestructura. Esto es un gran atractivo para los usuarios empresariales, dada su necesidad de soluciones complejas y a medida.
Linux está en continua evolución
Como se ha mencionado anteriormente, Linux está bien establecido como un proyecto que tiene un gran conjunto de contribuyentes detrás de él. Pero Linux también cuenta con el reconocimiento de la industria, con grandes proveedores de sistemas operativos y empresas tecnológicas que apoyan las contribuciones proporcionando infraestructura y empleo a los colaboradores. Como resultado, Linux ha conseguido resolver una de las grandes cuestiones que todas las empresas tienen para el software en su stack: el soporte.
Este nivel de apoyo también significa que, junto con las correcciones de errores y los parches de seguridad, Linux también se beneficia de un flujo constante de nuevas características y actualizaciones que aprovechan los nuevos desarrollos y estándares de la industria.
Todo lo anterior dibuja un panorama brillante para el futuro de Linux. Además de tener un público duradero y apto para la empresa, debido a sus raíces de código abierto, Linux también sigue siendo excepcionalmente adecuado para las necesidades a medida de las empresas, habiendo alcanzado una masa crítica de apoyo. Por esta razón, Linux es la base de los complejos esfuerzos de transformación digital en casi todos los sectores.